Una historia campesina (Fusionado con Cristina Díaz)

Diaz Valero Alejandro José

El sol ha llegado al cenit .Todo el campo se aletarga.

Sólo la chicharra cantora le hace frente al sol de enero.
El hombre camina lento, su cuerpo es como un tiento
sin el agua, ni alimento.
El sombrero de ala corta apenas cubre su rostro, 
y en su cara enrojecida no tiene lugar el gozo.
Sin palabras abre la puerta, el cansancio lo domina.
Allí reina el alboroto y la felicidad genuina.
Deja el sombrero y se sienta.
Los chiquillos lo rodean, la mujer sonríe serena.
Valió la pena el esfuerzo!
La risa va llegando al rostro.

 

Aquel había sido un día muy difícil. De esos días que llegan una vez al año.

Y parece que ese había sido precisamente el de ese año.

Su jornada laboral no se desarrolló igual que siempre, y no por falta de esmero.

Aquel hombre siempre hacía el mejor esfuerzo para cumplir su diaria jornada.

Eso lo había aprendido de su padre, y éste de su abuelo, y tal vez aquel de su bisabuelo.

Pero enfrentar la vida cuando todo marcha bien no en mérito del que nadie pueda jactarse.

Esos días difíciles son como una oportunidad que la vida le brinda a las personas para demostrar que pueden enfrentar las dificultades sin perder la sonrisa.

Aquel inicio de año traía consigo promesas de un progreso inminente, y enero era ya el primer escollo que había que superar para lograr las metas trazadas.

Menos mal que él tenía una mujer hacendosa, y unos hijos alegres y divertidos, derrochando inocencia. Ya habrá tiempo para organizar ideas y prepararse para la batalla del día siguiente.

 

A pesar del cansancio Juan se siente feliz. Hace cuatro años consiguió el trabajo de puestero de la estancia, y en ellos ha podido hacer crecer su capital con la venta de los lechones que cría con la ayuda de Inés, y la cosecha de grano que hiciera en el campo que el patrón le asignó, ha sido de excelentes resultados. Sonríe viendo a sus hijos, que sabe mañana extrañará, cuando se vayan de vacaciones a la casa de la abuela. El y su mujer no pueden abandonar el trabajo y sus animales. Después de la siesta continuará con el arreglo de los alambrados del otro campo. Tendrá que ensillar el caballo porque la caminata de hoy, ya fue suficiente. De paso irá a preguntarle al patrón a qué hora sale para la ciudad, así lo esperan ya listos. Ya se han dormido los niños, la madre trajina en la cocina. El silencio y el frescor de la pieza de adobe y techo de paja le permiten conciliar el sueño.

 

A veces al intentar dormir unas horas, es sin proponérselo, entregarse al sueño eterno. La muerte es la invitada sorpresiva que llega cuando menos se le espera.

 

La vida es una sucesión de eventos que a veces por estar ensimismados en vivir, solemos olvidarnos que estos pueden ser interrumpidos bruscamente con la presencia de la muerte.

 

Esa noche fue una noche como todas, la brisa seguía entrando por la abierta ventana dejando su frescor en un cuerpo que ya no respiraba. Juan vencido por el cansancio de la vida, había sufrido un infarto directo al miocardio que había partido su amoroso corazón en dos mitades. Allí, con la mirada fija en el techo de paja de su humilde casita, tendido en el viejo camastro donde yacía su cuerpo inerte había dejado de existir; muy a pesar de su empeño por seguir viviendo, para cumplir cada uno de los proyectos que sus obligaciones de amoroso padre, amantísimo esposo y trabajador responsable,  le habían asignado.

 

Afuera en la cocina, su esposa inocente del percance aún trajinaba, ya tendrá tiempo de enterarse del triste suceso y de cargar a cuesta el terrible dolor de esa ausencia inesperada.

 

Afuera el campo duerme, seguramente en la espera de su sembrador de ilusiones, a quien pronto habrá de cobijar en sus entrañas cuando le den cristiana sepultura.

 

EL caballo y el perro, al parecer ya presentían el suceso, pues esa tarde, el perro miraba con tierno agradecimiento a su amo y movía su cola dando saltos de alegría demostrando un agradecimiento más allá de la forma acostumbrada, que cualquiera podría decir que se estaba despidiendo de su amo. Su caballo por el contrario lucía cabizbajo y taciturno, ni un relincho emitió aquella tarde, como una extraña señal de duelo, que su instinto animalesco le anunciaba.

 

Así, aquel día trajinado, con una tarde serena, se convirtió para Juan en su último día en la tierra.

 

FIN.

 

Ver métrica de este poema
  • Autor: Diaz Valero Alejandro José (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de diciembre de 2012 a las 00:06
  • Comentario del autor sobre el poema: He venido fusionando con mi amiga Cristina Díaz en estrofas rimadas, donde ella ha tenido que adaptarse a mi estilo de rimar. Hoy quisimos hacer algo distinto. Escribimos en prosa, para de esa forma adaptarme yo, al estilo de ella, pues Cristina maneja muy bien el escrito en prosa. Sus grandes trabajos escritos en este género, así lo confirman. Esperamos que la historia cumpla su cometido.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 222
  • Usuarios favoritos de este poema: DELICADA ABRIL, gisell_v, Genevieve_Moon, alheli amatista, El Hombre de la Rosa, claudia07, JADE FENIX, ZAHADY, macridi, Diluz.
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Comentarios12

  • gisell_v

    Pues, colega, muy bien que se adaptó..
    Felicitaciones a ambos.
    Abrazos

    • Diaz Valero Alejandro José

      Gracias amiga mía. Siempre presente y apoyando estos ejercicios literarios que nos ha dado por escribir.
      Un abrazo!

    • Genevieve_Moon

      Felicidades a ambos...Abrazosss

      • Diaz Valero Alejandro José

        Gracias mi apreciada Gene por esa presencia comentada sobre esta sencilla historia.

      • Trovador de Sueños ...y realidades.

        Gran trabajo -hermano- como se aprende...

        Abrazos entrañables a los dos.... Mis felicitaciones...

        • Diaz Valero Alejandro José

          Asi es amigo Carlos, una serie continuada de ejercicio nos va dando soltura sobre estos menesteres.

          Un abrazo!

        • El Hombre de la Rosa

          Hermosa y bella prosa literaria fusionada con Cristina estimado amigo Diaz valero
          Relajante la lectura de vuestras bellas letras.
          Saludos de afecto y amistad
          Críspulo

          • Diaz Valero Alejandro José

            Saludos gran amigo y excelente lector. Gracias por tu presencia.
            Un abrazo!

          • DELICADA ABRIL

            Entregarse al sueño eterno… La muerte es la invitada sorpresiva que llega cuando menos se le espera.
            La vida es una sucesión de eventos que a veces por estar ensimismados en vivir, solemos olvidarnos que estos pueden ser interrumpidos bruscamente con la presencia de la muerte.
            …………………………………..
            Las reflexivas letras de esta fusionada historia quedó haciendo eco en lo mas profundo de mi alma, estrujando de una manera muy sutil mi corazón, relatos o historias como estas dejan además de sus enseñanzas, una gran cantidad de sentimientos encontrados, se entremezclan la tristeza con la nostalgia, el amor con el temor; en fin hoy como que nos pusimos de acurdo para sobre estos temas escribir.
            Ya imaginaras como me siento Alejo conoces de mi sensibilidad y de mi extrema delicadeza, en estos instantes navego y no precisamente en el mar pero que le vamos a ser esa es la ley de la vida.


            Cuando toca, ni aunque te quites, y cuando no te toca, ni aunque te pongas."


            Mojaditos aleteos hoy en torno a sus letras

            • Diaz Valero Alejandro José

              Hola Delicadeña. Bonita reflexión has ido dejando como piedrecitas en el camino que van marcando por donde vas. Asi es la vida, a veces nos sentamos a escribir cosas que posteriormente habrán de ser lo que hable por nosotros.

              Espero que cuando terminas de navegar, te quedes relajada en la orilla mirando como el sol brilla de nuevo.

              Un abrazo!

            • claudia07

              MUY BUENA PROSA AMIGO EXCELENTE TODO LO QUE HACEN . FELICITACIONES ME ENCANTO.ABRAZOS

              • Diaz Valero Alejandro José

                Saludos amiga Claudia, gracias por tu presencia.
                Si supieras que estamos pensando hacer un arroz con pollo a ver si es verdad lo que dices, jajajajaj.

                Un abrazo!

              • JADE FENIX

                En la vida podemos ir esquivado cosas, pero a la muerte jamás.
                Muy bueno.
                Un fuerte abrazo.

              • Libra *M*

                Muy bien Alejandro, creo que es la primera vez que te leo en prosa. Me gustó esa experienza de hacer un fusionado con ella.
                Mis felicitaciones a los dos.

                Petonets amigo,

                Dolors

                • Diaz Valero Alejandro José

                  Hola amiga, en realidad la prosa no es mi predilecta, aunque de vez en cuando escribo alguna que otra, y con la ayuda de Cristina tal vez reincida un día de estos con éste genero.

                  Un abrazo para ti.

                • ZAHADY

                  Es una gran historia con tintes de mi amado Horacio Quiroga. No sabes como me sentí transportada a esa grandes historias tortuosas de mi autor tan admirado (colección completa de la editorial Losada, en mi haber), en dónde la muerte inesperada o anunciada, la soledad de pequeños dejados huérfanos, el amor hacia la amada por sus esfuerzos Y ese deseo de vivir por los otros...
                  ¡Qué hermoso regalo me dieron los dos hoy...!! Recuerdos del mismo campo de mis abuelos, recuerdos de mi padrastro que me regaló a Horacio Quiroga, y ver a mi esposo, constantemente preocupado por los suyos y constantemente haciendo proyectos...
                  ¡¡Gracias...!!

                  • Diaz Valero Alejandro José

                    Gracias amiga mía por tu elocuente comentario. Que honor el que te hayas acordado de Quiroga y de tu padrastro con este emotivo relato, que de paso refleja esas preocupaciones de tu entorno familiar.

                    Un abrazo y feliz día para ti.

                    • ZAHADY

                      ¡¡Un abrazo para los dos...!!

                    • PoemasDeLaSu

                      Ya estuvimos "charlando" en el espacio de Cris, Ale, y para no copiar y pegar, te digo:
                      Los admiro y los quiero!!
                      Más besazos a ambos, mis queridos y muyyyy queridos amigos

                      • Diaz Valero Alejandro José

                        Jajajajaj gracias amiga, muchas gracias por el detallito de partida doble.
                        También se te admira y se te quiere!

                      • Diluz

                        A mi, ya decirles que me ha parecido un relato muy bien llevado, tan real y tan afín a tantas vidas en el campo, y a pesar del triste final, es noble reconocer que no siempre la vida nos brinda finales felices y que aunque uno pudiera manipular los finales, este lo hace aún mas humano a pesar del dolor o tal vez, por el mismo dolor de una pérdida tan valiosa, y siendo que mi propio papá falleció sentado en la cama de un infarto mas se me hizo real y sufrida la lectura.
                        Los felicito a ambos por tan buen trabajo.
                        Y les dejo mi cariño
                        Diluz

                        • Diaz Valero Alejandro José

                          Asi es amiga mía... Cuanta razón hay en tu comentario, donde nutriste tus emociones del relato con tu propia vivencia.
                          Un abrazo solidario y mi cariño de siempre.

                        • Lissi

                          Una fusión bien lograda!! Una historia también conmovedora. Disfruté de la lectura y las recree con mis propias imágenes.
                          Un abrazo

                          • Diaz Valero Alejandro José

                            Gracias Profe. Eso de usar imágenes propias es típico de la gente creativa como tú.

                            Un abrazo amiga



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