Una mañana en Vincenza (de Zagajewski, Adam)

Poethas

El sol era tan tierno, tan delicado,
que hasta temíamos por él; un ademán incauto
podía rayarlo, incluso un grito -si alguien hubiera
querido gritar- lo habría puesto en peligro; tan sólo a las veloces golondrinas
de alas duras, como de hierro fundido,
se les permitía silbar en alta voz, porque vivieron
     su infancia
breve, en la inquietud de sus nidos de barro,
junto a sus hermanos, pequeños planetas locos,
negros como bayas silvestres.

En un pequeño café un mozo soñoliento -bajo sus ojos
las últimas sombras de la noche acumuladas- buscaba calderilla
en su bolsillo sin fondo, y el café olía a solemnidad
de tinta de impresión, a dulzura y a Arabia. El azul del cielo prometía
una larga tarde, un infinito día.
Te estaba mirando como si te viera por primera vez.
Y hasta las columnas de Palladio tenían aspecto
de recién nacidas, de recién surgidas de las olas del alba
como Venus, tu compañera mayor.

Empezar de nuevo, contar las pérdidas, contar a los caídos,
empezar el nuevo día, aunque ya no estéis, tú,
a quien dos veces enterramos y lloramos dos veces,
-viviste una vida dos veces más intensa que otros, en dos continentes,
dos idiomas, en la realidad y en la imaginación- y tú, de cara afilada
y una mirada que hacía crecer los objetos y los corazones
     (siempre demasiado pequeños).
No estáis, y por eso llevaremos a partir de ahora una doble vida,
en la luz y en la sombra a la vez, en el sol estridente del día,
en la frescura de los pasillos de piedra, en el duelo, en la alegría.


Adam Zagajewski

(Versión de Elzbieta Bortkiewicz)

  • Autor: Poethas (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de noviembre de 2012 a las 03:56
  • Comentario del autor sobre el poema: Adam Zagajewsky, nacido en 1945 (Lyov, hoy Ucrania), es un poeta, novelista y ensayista polaco. Su infancia transcurrió en Gliwice, Silesia, donde sus padres fueron repatriados poco después de su nacimiento. Estudió Psicología y Filosofía en la Universidad de Cracovia. Fue miembro del grupo poético Ahora hasta 1975, y es uno de los poetas más brillantes de la llamada Generación de la Nueva Ola, junto a Kornhauser, Lipska, Krynicki y Baranczak. Censurado por el régimen comunista de su país, emigró a Paris en 1982. Desde 1989 es profesor visitante asociado de la Universidad de Houston, alternando la docencia con la práctica literaria ejercida desde su residencia actual en Cracovia. Ha sido galardonado con los premios Prix de la Liberté (1987), Gran Premio de Literatura de la Fundación Konrad Adenauer de Weimar (2002) y el Premio Horst Bienek de la Academia de Bellas Artes de Baviera (2003). De su obra poética se destacan "Comunicado" (1972), "Carnicerías" (1975), "Oda a la mayoría" (1982), "Ir a Lvov" (1985), "Lienzo" (1990), "Tierra de fuego" (1994) y "Sed" (1999). Fuente: www.amediavoz.com
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 20
  • Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
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Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Hermoso y genial poema del gran poeta Polaco... amigo Poethas
    Grato placer leer sus versos
    Saludos y abrazos de amistad sincera
    El Hombre de la Rosa



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