Tu sonrisa de dulzura infinita,
dónde está pequeña diosa;
aquella que se confundía
con tu mirada
aún más dulcísima y hermosa.
Ahora que los tiempos terminan
y el celeste amanecer yace perdido,
ahora que los días del amor virgen
se dirigen a morir al camposanto
del olvido y la añoranza...¿Dime dónde?
Cada tarde me asomo a la ventana,
justo cuando el sol naranja se esconde
y pregunto en silencio si vendrás mañana
y nunca nadie a mi inquietud responde.
¿Qué será de ti?...
sólo espero que seas feliz,
que nunca la tristeza asome a tu rostro
ni menos el llanto inunde tus ojos.
¿Qué será de ti?...
¡Oh! Si el destino guarda
para ti algún dolor,
que lo agregue a mi vida,
porque aún te quiero mucho;
demasiado mi amor.
Qué seas feliz,
qué tengas mucha suerte;
qué seas feliz
aun si es posible
más allá de la muerte.
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Autor:
Real Tiempo (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 4 de noviembre de 2012 a las 00:44
- Comentario del autor sobre el poema: Amor Verdadero
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 82
- Usuarios favoritos de este poema: Elida Isabel Gimenez Toscanini, El Hombre de la Rosa, Víctor Callirgos.
Offline)
Comentarios4
hay que ternura que le pase lo malo
por que aun te quiero besos bellos
Gracias, mariarl. El verdadero amor renuncia aun a su propia vida, la cual le es devuelta en mayor grado de conciencia. Ejm.: La resurrección de Jesús; una posibilidad para todos.
a si es amigo
el amor verdadero
no pide da que bello no
un saludo cordial
Hay 2 comentarios más
Sin duda la sonrisa y la mirada tienen ese don de sembrar ternura y luz de dejar huella en quienes las reciben
Un muy buen poema dedicado a alguien que se amó mucho
un placer
saludo cordial
Elida
Gracias por tu comentario. Estás en lo cierto. Se amó hasta aquel extremo.
Gracias por tu comentario, Clarissa. Un fuerte abrazo.
Sensacional y bello poema amigo Victorc
Grata lectura tus versos
Saludos de sincera amistad
Gracias, amigo. Un fuerte abrazo
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