La belleza de caer...

PETALOS DE NOCHE


AVISO DE AUSENCIA DE PETALOS DE NOCHE
Sangre oxidada...]

 

 

Llueve en la ciudad gris...

Y se me entristece el aliento
desnudando mis lágrimas
en lo alto de un cielo herido
desde la plenitud de una caída
ya cuando la luz se apaga
con las luciérnagas exiliadas
y en un trago amargo me apago
junto a ellas perdiendo la esperanza
la luz, tu voz y las palabras...

Y llueve como cayéndose mi cuerpo,
la tristeza y el movimiento de mis manos
en señal de desaparecer con las aves en su vuelo
en la lejanía de perder y perderme en el tiempo
a tráves de el límite de la vida, allá donde aves
dejan escrito el silencio,
la imagen doblada,
de un adiós
testigo de la lluvia
de aquellas gotas
que hieren
la herida de mi rostro
desde un lamento
hasta el sonido
de lágrimas
exhaladas
en libertad...

Y estoy triste;
cayéndome,
aferrándome
a la muerte,
aferrándome
al olvido
hiriéndome
con las mismas
palabras,
con el mismo
castigo,

con la misma caída,
con el mismo vuelo,
y la sangre de mis manos
sacude el poema
y en cada verso
mis lágrimas
escriben la púa oxidada
que hiere; me hiere,
desangrando
el vicio de aún pensar,
de aún soñar, soñar-te
y es inimaginable desvanecerme
ahogarme de entre las gotas
de un cielo amarrado en la oscuridad gris
ya cuando mi pecho y mis ojos
están amarrados a la distancia
de sentirme líricamente con la vida...

en la tristeza fecunda
hiriendo la belleza del dolor,

hiriéndome mientras caigo,
deshojando el movimiento de los días
a un tiempo herido por tu recuerdo,

en este presente, hoy, 
ya cuando de nuevo me aferro al pavimento,
de nuevo escucho el sonido del asfalto
pavimentar mi cuerpo
a una lágrima indómita
en el desgarro del lamento
en la configuración
incluida en mi voz
alcanzando
el silencio
de tu boca

de entre mariposas,
de entre focos quebrados
de entre pedazos de historia
de entre pedazos de mi,

de entre adioses de ti,
de entre una sola palabra
un sonido, 
una imagen,
una lágrima,
una lluvia,
un lamento,
una tristeza,
un dolor,
un adiós...
 

Y llueve sobre los tejados de fragmentos perdidos
en la decadencia del vuelo de cápsulas en movimiento,
llueve en una mirada perdida, de entre párpados
sujetos a la bipolaridad de primavera
cuando el sonido atrapá pequeños caos
perdidos en la gestación del oxigeno,
inhalando el frío de entre mis huesos
de entre este sentimiento

y estoy triste, lo estoy, quiero desaparecer todo
y en ese pensamiento desaparecer mi voz,
y... yo...



 

Sant... 

 

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