Una carta se escribe sola mientras muere

Diego Trujillo

Dejé mis besos sembrados en tus labios, con raíces tan duras como recuerdos. Escupirlas, mujer, no puedes, así que trágatelas y llora, que no crecerán ramas en tu vientre.

Fuiste el error preciso, la enseñanza muda, el carmín oscuro, la mujer más tonta. Y yo que Perdí mis huellas de tanto acariciarte. Y yo que busque en tu círculo el rincón perdido.

Pero mientras te resignas a dormir en sábanas que ni te hablan, una luz espera para apagarse mientras te desvisto. Y que después de un terremoto de almas, tendamos la cama y lloremos de miedo.

Y aunque las ramas nos unan somos raíces distintas. Tú, por mirar tan dulce cuando me hablas. Yo, por hablar contigo dominado por una lágrima, que rebelde se niega a saltar de mi mejilla.


Diego Trujillo

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Comentarios2

  • Poemas de Pepita Fernández

    PRECIOSO , DIEGO , ME GUSTÓ MUCHO , DESTELLA EL SENTIMIENTO CUANDO LEEMOS
    UN ABRAZO

  • Tizzia Holwin

    Y aunque las ramas nos unan somos raíces distintas.

    Que poderosa frase. Diego... Me atrapaste.

    Poderoso poema y además hermoso.

    Te abrazo



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