Delirio del Conde de Montecristo

romeo14

 

La noche, qué larga es.

 

Y qué larga la vida.

 

Derramado en el suelo

 

pudro las horas y supuro

 

los muy hermosos venenos

 

que nos hicieron reír a gritos.

 

 

 

Veintidós mil láminas minerales,

 

mujer pantera que habita la noche y la devora,

 

forman tu cristalino y mi cárcel;

 

betas filosas de tus deseos homicidas

 

que cuento y que nombro como única verdad.

 

 

 

A veces me suspendo en el vacío

 

y vuelvo de allí lleno de heridas,

 

extenuado, balbuceando, muerto de frío.

 

 

 

Otras me descubro a traición

 

soñando contra mí mismo:

 

liberado de mi prisión sin salida

 

llego por fin a mi prisión sin salida.

 

 

 

Es ésta la naturaleza misteriosa de tus ojos.

 

 

 

(La tarde eterna,

 

la vida, qué larga es.

 

Y a qué largo amanecer

 

se asirá mi cuerpo leve

 

por fin libre)


  • Autor: romeo14 (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de mayo de 2012 a las 14:54
  • Comentario del autor sobre el poema: NOTA: Este poema es producto de varias inspiraciones. En primer lugar, me ví abordado por un dato sorprendente mientras estudiaba mis apuntes de física: el cristalino -parte fundamental del ojo- está formado por más de veintidós mil finísimas capas que actúan en conjunto como una lente. Esto me pareció ya de por sí fascinante. En segundo lugar, quería desde hace tiempo hacer una adaptación del mito del Conde de Montecristo, y me pareció que encajaba a la perfección con esta idea. Suerte, lectores!
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 98
  • Usuario favorito de este poema: nellycastell.
Llevate gratis una Antología Poética y suscribite a Poemas del Alma ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales

Comentarios1

  • nellycastell

    Me sorprendió tu poema, ya que justamente hace dos dias estaba buscando datos sobre este mismo personaje, pero llevado a uno que si existió en Cuba y asi mismo le decían siempre estaba por el area aledaña a la Universidad de La Habana y siempre vagabundo y sin bañarse, todo sucio sólo con una libreta en su mano, era todo un personaje en mi tierra, pero llamaba la atención por su vestir y creo que era uno de los pocos mendigos que existio en mi tierra reconocido. Muy bueno tu poema amigo y tu aporte de la física me gustó, abrazos.

    • romeo14

      Gracias por tu tiempo y por traerme esta anécdota. Espero que te vaya muy bien y que tengas mucha suerte!

      • nellycastell

        Mi niño, después que te escribí ésto, fuí a buscar datos....pero estaba totalmente equivocada, es un fallo de imprenta...jajajaj.....al caballero en mención en mi tierra, es El Caballero de Paris.....siguen en el mismo rango....discúlpame por darte falsos datos, no fue mi intención.abrazos



      Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.