Un viaje en colectivo

Alma al aire

(Para el que tenga un rato, son 4 páginas)


 

Desde el comienzo las cosas no fueron muy bien que digamos. Por empezar, el ómnibus llegó 40 minutos tarde. En la estación desvencijada, los pasajeros comenzaron a apiñarse entre las plataformas y un guardia escaso intentaba inútilmente frenar el avance de la muchedumbre frente a la inminente llegada del colectivo. Me apoyé en una pared lateral para evitar el amontonamiento. La creciente sensación de avidez en mi estómago me tenía en la encrucijada de aventurarme a buscar un kiosco abierto a esa altura de la noche en procura de algún alfajor, galletita o cualquier otro refrigerio y perder el colectivo en mi ausencia, o seguir esperando allí, paciente, con el riesgo de que a mitad de camino se despertara mi apetito y tener que soportar los gorjeos de la panza vacía. Sin embargo, una extraña ola de positivismo me alentó al pensar que tal vez nos proporcionarían la cena en el viaje. Esperé. Finalmente, unos minutos después, el micro apareció (bien por mi!), entre la oscuridad de la noche y los playones mal iluminados de baldosas grises y hexagonales.Se apostó como un insecto gigante en la plataforma de llegada N° 17 y lentamente, con esfuerzo, abrió sus puertas.

La muchedumbre se agolpó, ante el impotente griterío del guardia, alrededor del vehículo, todos dispuestos a despachar su equipaje simultáneamente y los jóvenes asistentes del servicio corrieron hacia ellos con los montacargas relamiéndose al imaginar las múltiples propinas. De cualquier manera, el gentío se transformó en una bola de pelos, manos, gritos y confusión donde nadie pudo cobrar nada y más de una maleta llegaría a destino equivocado. Por mi parte, como mi trecho de viaje era sólo de unas pocas horas, no contaba con más bulto que una mochila, y me dirigí, agradecido de evitar tanto caos, hacia las puertas del micro. Un chofer de bigote tupido y con pocas ganas de ser amable cortó mi boleto y con un gruñido me indicó que subiera.

El ómnibus, de vistosos colores por fuera y horriblemente lúgubre por dentro, era un vehículo de dos pisos. Previsoramente, tres días antes había conseguido asiento en el piso superior, lejos del baño y sus vahos infaltables que atestaban las plantas bajas de los colectivos de larga distancia. Mi asiento era arriba y al medio, exactamente a la mitad, ni demasiado atrás donde la vibración de los motores no dejaba dormir, ni demasiado adelante como para morir en un choque frontal. Ése era mi lugar en el mundo, mi lugar en cada colectivo y, como siempre, junto a la ventana. Sin embargo, quedar junto a la ventanilla era más que nada una cuestión de suerte. Aunque al sacar el boleto uno siempre especificaba ventana o pasillo, todo dependía verdaderamente de llegar primero a los asientos. Al ser el primero ya no importaba de qué lado iba cada uno, siempre tentaba el lado de la ventana, y el segundo en llegar no podía más que rendirse a la voluntad del que ya estaba sentado, porque nadie, pero absolutamente nadie cuestiona, por esas cosas de cortesía, vergüenza o amarga aceptación, que el otro se cambie de asiento si llegó primero. Tal vez fuera por evitar una confrontación inútil, pasar por delante del otro casi restregándole el trasero por la cara o para evitar comenzar el diálogo con un absoluto desconocido que podía terminar entrando en confianza y conversándonos el viaje entero.

Por esas razones, llegar primero significaba todo, y yo subí confiado porque siempre había llegado primero. Pero esta vez fue diferente. Avanzando por el oscuro y diminuto pasillo, tratando de divisar mi número de asiento, entre ronquidos, voces charlando bajo y niños llorando, avisté mi lugar. Ocupado. Me acerqué, demasiado, para corroborar el número y sí, un sujeto rubio, de cara afable y rasgos americanos se ubicaba junto a la ventanilla. Amarga aceptación. Me miró un poco sorprendido por mi súbita invasión a su espacio personal y al reaccionar instintivamente, me erguí y choqué mi cabeza contra el portaequipaje. El golpe fue duro por su cara de sorry y unas risitas que se oyeron desde los asientos de atrás, pero haciéndome el que no me dolió saludé con una mueca, acomodé mi mochila y me senté...junto al maldito pasillo. Cerré los ojos un momento, suspiré. Al menos si el colectivo volcaba, él moriría primero. Me abroché el cinturón. Al menos que volcara hacia la derecha...en fin, era una hermosa noche afuera, sin luna pero estrellada y yo no podía mirarla. Por qué, por qué, por qué no estaba yo en la ventanilla!! Intentaba mirar afuera de a ratos, por el rabillo del ojo, pero nada veía y me dolía la vista por el esfuerzo. Tampoco podía mirar de frente a la ventana, nada más incómodo para dos extraños que sentirse observado y observador, aunque se estuviera mirando cualquier otra cosa que estuviera en el camino. Suspiré de nuevo...maldito yankee que me tapaba la vista, ¿en dónde habría subido?

Por un rato me distraje, allí en la oscuridad del colectivo, escuchando a la multitud que hacía malabares para despachar sus valijas y pensando en banalidades como la capacidad de carga de la bodega de equipajes o si los choferes habrían dormido lo suficiente como para no hacerlo durante el viaje arriba del volante. Tan aburrido estaba que pensando en cómo tomaría la sopa el chofer de bigote tupido sin que su mujer lo acuse de cerdo, me sorprendió de pronto una pequeña sacudida y noté que el colectivo finalmente comenzaba a moverse. La travesía empezaba y decidido miré de lleno a la ventana para echarle un digno vistazo a la noche antes de partir. El americano hizo lo mismo...hacia mi lado. Quedamos cara a cara los dos como unos estúpidos: yo con cara de perro y él mirándome con sus grandes ojos celestes casi inocentes.

Me di vuelta, y me acomodé enojado. Al instante sonó un rugido de mi estómago. Mi compañero sonrío entre sorprendido y avergonzado.

- No, no, es mi...estómago....- dije señalándome la panza, pero no  me entendió nada. Siguió riendo y para cuando volví a girar la cabeza, había cerrado la cortina. Oscuridad. Qué tipo más odioso! ¿No habría otro asiento libre? De pronto, se encendió una tenue lucecita redonda arriba nuestro...

Quiero aprovechar para hacer un alto en el relato y destacar aquí, la ingeniería discriminatoria en el diseño de los colectivos de larga distancia. Porque mi desconocido compañero se disponía a leer y encendió el botón de luz que se hallaba sobre nuestras cabezas, pero oh, no, señor, sobre SU cabeza, únicamente de su lado. Es decir, del lado de la ventanilla. Mi querida ventanilla. Ahora notaba que todos los afortunados sentados junto a las dichosas ventanas tenían sobre sí los botones de luz, aire y walkman, quedando en la más absoluta oscuridad, con frío o calor sin elección y sin música, los marginados del lado del pasillo. Al que diseñó esto habría que matarlo o hacerlo viajar siempre del lado del pasillo. Aunque pensándolo bien, seguro que el muy turro viajaba en avión. Ni siquiera había la remota señal de que nos fueran a dar ni un grisín para la cena.Así, mientras me restregaba de una u otra manera en el asiento para disimular los cantos de mi pobre estómago, mi compañero se acomodaba tranquilamente y comenzaba su lectura bajo el único haz de luz en plena noche. Yo extrañaría  a mi Cortázar que se quedaría todo el viaje mudo en la mochila. ¿Qué más podía faltarme?

El micro avanzaba por la carretera sumergido en la penumbra y en el vaivén de su andar, un olor putrefacto llegó hasta mi como una inquietante respuesta a mi pregunta. Fue un momento aleatorio, en el que las distracciones de mi mente no bastaron para evitar que arrugara la nariz al instante y se me torciera la boca frente a tal nauseabundo olor. Miré al americano que inmerso en su propio mundo leía apacible, con sus walkman puestos, el fino haz de luz y haciendo uso pleno de todas las facilidades de los asientos de la ventana. Parecía no percibir aquel olor y comencé a sospechar que el muy miserable se había rajado un viento y se hacía pasar por el más ajeno de todos para acusar propia inocencia. Asqueroso! Tal vez al confundir mi aullido estomacal con otra cosa, habría pensado que podía “desahogarse” cuanto quisiera, y eso sí que no lo iba a permitir! Le clavé la mirada en el cuello, de esas fulminantes capaces de llegar hasta la aorta, tanto, que se volvió hacia mí y quedó extrañado de mi cara. Se encogió de hombros sin comprender y unos segundos después ya proseguía con su lectura. Y el olor pasaba. Descarado!

Molesto, sin nada que hacer, sin luz, sin música, con hambre, cerré los ojos y me dispuse a dormir. Pero nuevamente, aquel olor putrefacto y agrio me apartó del sueño.No obstante, rápidamente develé que no se trataba del americano sino que el olor venía por el pasillo. Me dediqué a olfatear aquel vaho para descubrir de dónde procedía. No había que hacer ningún esfuerzo para sentirlo, llegaba en oleadas y te abofeteaba los sentidos con su fétido aire. Entonces recordé el baño del colectivo. Maldición! Nunca faltaba alguna vieja que se descompusiera en el camino o algún niño que ingiriera mucha gaseosa antes del viaje. Pero ese olor no podía provenir de ningún niño, en todo caso de alguien que se hubiera comido a un muerto...o sea...alguna vieja. Me tapé la nariz. No sabía qué era peor, si respirar por la nariz o por la boca. ¿Cómo nadie más podía sentirlo? Miré a mí alrededor y todos dormían. Y entonces fue cuando lo descubrí. Un pie apoyado junto a mí. Un pie envuelto en una media gris, mojada, pegajosa, junto a mi codo. Un pie que exudaba vaya a saber cuántas cosas y cuya cercanía me arrancó una lágrima de irritación ocular. Si el americano hubiese visto mi cara! De pronto el olor pasó y al volver la vista el pie ya no estaba. Ojalá fuera la última vez! pero no. Nuevamente, el pie roñoso apareció junto a mi codo, trayendo el aroma característico y seguramente más de una alimaña, y esta vez se quedó tieso, estático, como si hubiera decidido no correrse nunca más de ese lugar.

Entrecerrando los ojos y conteniendo la respiración, observé por encima de aquella media. Se extendía en una pierna peluda cuyo dueño estaba recostado en el asiento de atrás, dormido profundamente con la boca semiabierta...en las sombras y junto a él dormitaba una mujer que imaginé su esposa. Me volví hacia mi asiento, ¿qué hacer? Por un segundo por mi mente pasó la idea de hacerle cosquillas, pero al mirar aquella media mojada, cualquier ocurrencia sobre entrar en contacto con ella quedó descartado. El olor era insoportable y algo había que hacer, rápido! Tal vez lo más sensato hubiese sido despertar al sujeto y pedirle que por favor retire el pie y que se bañe algún día. Pero quien me lea deberá comprender la timidez del que escribe pese al fuerte carácter. Además de la vergüenza de llamarlo y que el hombre no despierte, o que se niegue, o que sacara el pie y luego dormido, lo devolviera a mi apoyabrazos. ¿Qué hacer, qué hacer, qué hacer??! Media sucia y asquerosa que enturbiaba mi existencia y a mis pobres pulmones! De golpe, ante la revolución de mis entrañas con semejante pestilencia, se me cruzó por la cabeza una seria sospecha: a ver si todavía desarrollaba alguna infección respiratoria con semejante tufo y gases inhalados! Me quedé frío. Qué falta de respeto de la gente que concurre a transportes masivos sin lavarse los pies con tan poco espacio de por medio! y más en un colectivo con ventanillas fijas, aunque si no hubiera sido así tampoco podría haberlas abierto por ese yankee infeliz que llegó primero! Y que monopolizaba la única maldita lucecita!! Hasta aire tenía! y yo muriéndome del olor a pata...

En un momento de maliciosa claridad entre mi indignación y mi hambre, miré al americano que mordisqueaba una lapicera mientras leía. Sonreí satisfecho. Lo toqué y con gestos se la pedí prestada. No entendió para qué la querría, pero me la dio y continuó leyendo. Yo en mi oscuridad busqué expresamente el lado mordisqueado y lo usé para correr el pie. Sé que me juzgarán por mi conducta pero ninguno estaba en mi lugar, así que lentamente, suavemente, empujé el pie con la lapicera. Qué mugre tendría esa media que al tocarla se sentía viscosa y quasi esponjosa! El olor era más intenso, como si al moverla se despertaran todos los vahos del mundo. Oler un camello hubiera sido un chiste al lado de ese soquete. Sin embargo, pese a mis intentos, el pie no se movía. Mi sutileza pasó entonces a ser un empujoncito aguijoneante y reiterado, que al no obtener respuesta se transformó en un intento de palanca. Yo no sé cómo no se había despertado aquel sujeto, pero el bastardo o dormía muy profundamente o apretaba el pie contra mi lado.

Comprendan mi situación. Clavándole la lapicera en el pie a un total desconocido, para apartarlo, sin éxito, con calor en ascenso mezcla esfuerzo, mezcla ira creciente, envuelto en un olor terriblemente hediondo y pestilente que lastimaba mis narices, con un americano al lado que sin saberlo me había hecho el hombre más desdichado del colectivo, con el estómago crujiendo de hambre y el sabor en la boca al calcetín del vecino, sin luz, sin ventana, sin nada!! para tener encima esa pata junto a mí, sofocándome hasta la médula y el maldito no la corría!! Llegó un momento en que la locura pudo más que la íntegra apariencia de este caballero y....hecho una furia salté del asiento y le grité al dueño del pie:

 

- Esto es un atropello!!! Exijo que quite su pie de mi asiento o le juro que se lo corto!!!

 

Fue tal el griterío que todos se despertaron, la compañera del hombre de un salto. Todos me miraron y los de las ventanas encendieron todos sus lucecitas. El colectivo aminoró la marcha y un segundo después el chofer de bigote apareció como un rayo en el pasillo.

 

- ¿Qué está pasando acá? – demandó con voz grave enfocando una linterna hacia mis ojos.

 

La mujer del oloroso se irguió para hablar, pero en ese momento, antes de emitir palabra, notamos que el único que no se había despertado, era el causante de aquel altercado que seguía, por cierto, con su pie en mi apoyabrazos. Lo llamó y extrañada puso su mano en el pecho de él. De golpe levantó su cabeza con mirada enloquecida y dejó escapar un gemido de pánico.

 

- Está muerto – balbuceó horrorizada dirigiéndose a mí.

 

Y en ese instante atroz, en un impulso inconsciente y alterado, me llevé la lapicera a la boca.


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  • Autor: Alma al aire (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 22 de marzo de 2012 a las 00:19
  • Comentario del autor sobre el poema: Incursionando en los cuentos...y en el humor negro. Espero les guste! es algo nuevo, sacado de experiencias de viaje y muchas locuras mías, jajaj. Éste es un personaje que me inventé, bastante soberbio, intolerante y exagerado. Ahh! y no tengo nada en contra de los americanos, lo juro! x) Me gustaría saber sus opiniones para ir mejorando. Gracias a los que se tomaron la molestia y el tiempo de leer! :)
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 635
  • Usuarios favoritos de este poema: ☼ G U E R R E R O ☼, ALVARO J. MARQUEZ, DAVID FERNANDEZ FIS, FELINA, la negra rodriguez.
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Comentarios15

  • Miyagui yuyatsi

    Pues lo leí...
    y me gusto muchoooo =)

    • Alma al aire

      Si? xD

      • Miyagui yuyatsi

        el gringo no tenia culpa de nada =( =p jejeje
        y se murioo el man... 0:
        por q no escribiste al protagonista en femenino?

      • Hay 4 comentarios más

      • PETALOS DE NOCHE

        (hahaha, es verdad eso del paréntesis, es lo más corto que he leído; bueno abajo de este comentario esta mi real comentario, espera un tantito, y lo leo... antes de que aparezca "Jo" y no me deje leer)

        • Alma al aire

          Jaaajajajajaj, qué bueno que sos Petalín!
          Ahora no sé si esperarte o irme a dormir,jajaja

          • PETALOS DE NOCHE

            ajajaja, bueno voy en la mitad, cuando dices lo del pasillo y la ventana, eso del trasero en la cara... jakajkaka, a mi también me ha pasado... N___u

          • Hay 20 comentarios más

          • PoemasDeLaSu

            Genial!!! solo te faltaron mis puteadas, jjaaja
            Sabés cómo se dice colectivo en alemán?: SubanStrugenPisenBajen
            Muy bueno, cada línea, cada oración es un retrato y de una original manera de contarlo. Dale con este rubro que está buenísimo
            Besotes inmensos,
            ¡en la parada por favor!!! bajo en la próxima!

            • Alma al aire

              Jajaj,había puesto un par de puteadas, pero no soy tan mala, las borré,jajaja
              Desde cuando el cole de larga distancia te deja en la parada?? naaa,hasta la estación desvencijada por favor! jaja ^^
              Gracias reina, te mando un besote!!

              • PoemasDeLaSu

                Lo siento chiquita, aquí donde vivo estoy 4 cuadras de la ruta 8 que es la avenida Illia, y te garantizo que hay dos empresas que te hacen "la gauchada y paran en esa esquina!!

              • Hay 7 comentarios más

              • PETALOS DE NOCHE

                Ahora comento, o dejo algo, o soslayo, lo que me impresiono, bah,

                sólo dejo mi huella... hahaha...

                Sabes deberías decir, que es una lectura de por lo menos cuatro a seis minutos... hahaha...


                Bueno más serio el hombre...


                Sabes como te dije anteriormente,
                la voz del protagonista, me parece femenino, hasta pude escucharte decir y narrar todo, como tú, y no como un personaje inventado, -quizás lo sea porque son partes de tus vivencias-

                Pero, sabes yo he, hecho poemas femeninos en este foro, y nadie se ha dado cuenta... (Los hombres no describen todo, como una mujer) hahaha...

                Bueno, como dicen reconocemos la espaciabilidad, pero, no los hartamos por las cosas hediondas, quizás un poco, pero no al grado de flanquear al sujeto de la calceta fétida...

                Y bueno me encanto la trama, dentro de una micro y un bus, y cuentas lo que a muchos le han pasado,
                hasta recordé un cuento de un sujeto que no recuerdo,

                El sujeto que hizo el cuento "boca arriba" ni recuerdo como se llama, pero, cambiaste el final del cuento, por una muerte inesperada, y su muerte conlleva a que, por eso no despertaba,

                por esa razón, porque estaba muerto, y quizás el olor pestilente era de su olor a muerte, o de sus calcetas,

                pero con el humor negro del trasero en la cara, y la enajenación de quien usa el pasillo, oliendo el olor del baño, valga la redundancia, dejas lo que se ve a diario, aquí en Chile igual pasa, que la ventana tiene todas las regalías, mientras que el pasillo tiene un rostro horrible en otro rostro perplejo... jakjakakja...

                Bueno en sí tu cuento tiene humor, y también tiene reflexión en las cosas que te gustaría cambiar, pero de algún modo todavía están...


                • Alma al aire

                  Oh, no! me muero muerta!!
                  jajajaj ^^
                  Justo leía tu poema, está bien raro el de hoy, pero menos mal que en el comentario aclaraste un poco ^^

                  Primero...graaaciasss por la pacienciaaa 🙂
                  Ya podés ir a darle paz a tus ojos,jajaj

                  Después, es verdad de que seguramente suena más a mujer que a hombre, por todos esos detalles femeninos,jajaja, aunque la idea era de un tipo bastante "fifí" como se dice acá y maniático....
                  En fin, de verdad que no notaron en tus poemas femeninos que eras vos? uummm...eso me deja sospechando muchas cosas, ejemmm...,jajajajaaj, digamos que estás bien en contacto con tu lado femenino, para no hacer la carga tan pesada,jajajaja xDDD

                  Y no sé de qué sujeto me hablás....acaso alguien ya hizo un cuento así? me quiero matar!! jajajaja

                  Bueno, la cosa es que quede claro que yo no miento...pero exageroooo las cosas,jajaja xD
                  Por eso me encanta hacer personajes que sobredimensionan todo o hacer notar lo que muchas veces todos vemos pero no prestamos mucha atención... 🙂

                  Mejor me voy a dormir!
                  Soñá que te comés un roquefot,jajaj
                  Besos!

                  • PETALOS DE NOCHE

                    jakajaka... es que un sujeto que cambia todo, desde el presente al pasado y luego presente muriendo...

                    No sé como se llamaba el cuento, me suena a "noche boca arriba" o "la noche boca arriba" es un cuento de un señor que me dejo con querer leer su obra completa.... haahha...

                    Pero, el personaje que intestaste inventar no parecía fifi o raro, más bien parecía una chica con apariencia de hombre...

                    hahaha... sí las personas tímidas que le gustan los pequeños detalles y cuando se sienten perturbados por algo, dicen las cosas diferentes, -en los hombre- lo sé, porque me ha pasado más de alguna vez... hahaha...

                    en fin, había una poetisa de hace siglos, que se llamaba "Antonella" hahaha... se borró con todos...

                  • Hay 2 comentarios más

                  • ☼ G U E R R E R O ☼

                    lo que es para destacar es la hermosa manera de narrar los detalles es muy bueno para ser algo que comunmente no haces segun mencionas ami me parece exelente la historia y la manera de narrarla perfec.
                    ☼ G U E R R E R O ☼

                    • Alma al aire

                      Muchas muchas gracias!!! ^^

                    • Diaz Valero Alejandro José

                      Tantas cosas dijiste!!! y tantas verdades, jajajaja asi son en general los diálogos y los pensamientos en esos viajes. Pero te cuento que aqui en Venezuela el cuento saldría distinto... Aqui si te harían quitar de la ventana, te restregarían el boleto en la cara y zarandeando el papel reclamarían el puesto que pagaron primero... indistintamente que alguién se haya sentado primero... Nada les importa la cara de cañón que tendría su compañero a lo largo del trayecto.
                      Solo espero que la parte de la lapicera que clavate en su pie, haya sido la misma que llevaste a la boca, jajajajaj. Buen final ehhh!!!
                      Saludos amiguita, buena tu incursión.

                      • Alma al aire

                        Jajajajaj,cómo me hiciste reir,jajaj
                        Bueno, entonces los venezolanos no se andan con vueltas,jajaj, es bueno saberlo!! ^^
                        Gracias Ale por pasarte, la próxima haré uno infantil así me lo calificas también 😉
                        Besote grande!!

                      • Genevieve_Moon

                        Bueniiiiiiiiisimo mi niña, me encanto, bien contado, buen orden, bien retratado, y ocurrente, genial, pobre tipo, habrá muerto por falta de higiene????'' jajaj suele pasar, para la otra lleva un pañuelito con perfume en tu bolsa, jajaj úsalo para bloquear los olores y te evitas todo el show jajajaj...
                        ESta genial mi niña....
                        Abrazossssssss.....

                        • Alma al aire

                          Jajajja,tal vez murió de eso! jajaj
                          No sabés cuánto quise tener un pañuelo o una bufanda al menos cuando me pasó, aunque en la realidad no era taaaaanto así,jajaja
                          Qué alegría que pasaras a dejarme tu opinión, muchas gracias amiga!! 🙂
                          Besote!

                        • ALVARO J. MARQUEZ

                          Te digo que esto te quedó perfecto, en principio se me hizo pesado pensar en leerlo por la extensión del texto, pero luego tu narración me atrapó. No pude dejar de leer hasta terminar. Al igual que otras personas que te leyeron, me hiciste recordar mis vivencias al viajar en colectivos de esa clase, yo en lo personal, prefiero el asiento del pasillo porque en la noche suelo levantarme para ir al baño y me incomoda tener que despertar a la persona que va a mi lado. Tu narración en masculino no me extrañó porque yo escribo relatos eróticos y también he escrito en femenino, poniéndome en el puesto de una persona de otro sexo. He hecho columnas en medios impresos y las he firmado con nombre de mujer, así que eso me resultó más bien familiar y me alegra que tengas esa capacidad, porque he visto que a mucha gente le resulta complicado. Tu relato tiene humor, tiene suspenso, tiene realidades, en fin... todo detallado de una manera excelente. Te aplaudo amiga, sigue incursionando en este género que tienes ahí, el futuro que te dé la gana. Un excelente trabajo. Besos.

                          • Alma al aire

                            Yeahhh!! 😀
                            Que alguien como vos, Alvaro, y más vos! me diga eso me hace ver que voy bien encaminada ^^
                            Un honor para mi que a grandes escritores como vos les haya gustado 🙂
                            Un abrazo enorme!!

                          • benchy43

                            Me ocurrió igual que a Álvaro, a veces uno no está predispuesto a leer algo tan extenso, es por eso que me tomé mi tiempo.Y hoy grito alborozado: Yo sabía ! Sabía que esta niña escribía de 10! Bien escrito y muy pensada trama, con detalles que hacen vivir el momento. Una pena que el personaje sea hombre. Como dijo el loquito este, Pétalos o que sé yo, hasta me imaginé tu voz en el relato. En fín, sus razones tendrá Ud., pero me agradaría más en femenino.

                            Besos y felicitaciones.

                            Ruben.

                            • Alma al aire

                              El próximo será punto de vista femenino, prometido 😉
                              Y yo chocha con todo lo que me han dicho ustedes y más por ser mis admirados poetas!! ^^
                              Gracias por tomarte el tiempo y leerme.
                              Te mando un besote!!

                            • capullo de amor

                              lo leí ,me entretuve con el.
                              muy bueno he interesante .
                              mi abrazo...sol

                              • Alma al aire

                                Gracias Sooool !!
                                por tomarte el trabajito de leer tan extenso cuento y dejarme tus lindas palabras 🙂
                                Te mando un besote!!

                              • Cubanito

                                tiene mucha fuerza ... y en efecto atrapa!

                                felicidades ... te abrazo

                                tu cuba!

                                • Alma al aire

                                  Pensé que no lo ibas a leer! ^^
                                  Sé que me odiaste por lo extenso,jajaj
                                  Grazie, besote! 🙂

                                  • Cubanito

                                    prego! beso!

                                  • FELINA

                                    Excelente relato, no hay manera de dejarlo a la mitad, se quiere saber que sucedio hasta el final...Narras muy bien, te felicito, así es que debe ser, para no aburrir al lector.
                                    Almita, recibe mis abrazos y reitero felicitaciones.

                                    • Alma al aire

                                      gracias querida Feli!!!
                                      Te mando un abrazo!DTB!

                                    • la negra rodriguez

                                      JAJAJ ME ENCAMTÓ A PESAR DE LO LARGO, Y A PESAR DEL MUERTPO, COMO TERMNINASTE EL CUENTO FUE GENIAL PROPIO DE TU CARACTER OCURRIDO. EN MIS PAIS, LOS VIJES NO SON TAN LARGOS A NO SER QUE SE VAYA AL ORIENTE O AL NORTE, PERO EN UN VIAJE QUE HICE AL PERU, A VER A QUIEN YA SABES, HABÍA UN PAR DE EXTRANJEROS QUE OLIAN A LOS MIL RAYOS Y LO PEOR ES QUE PASABAN A CADA RATO AL BAÑO Y DEJABAN EL AIRE CONTAMINADOM QUE FEO QUE FUE TODO AQUELLO,. JEJE ME ACORDÉ DE ESO.
                                      BESOS.

                                      • Alma al aire

                                        Jajajja,nooo!
                                        No se puede viajar así,jaja x)
                                        Todos tenemos alguna historia de viajes en colectivos, definitivamente ^^
                                        Me alegra que hayas sobrevivido a esa contaminación,jaja
                                        Besotes Negri!

                                        • la negra rodriguez

                                          IMAGINATE Y ERA MI PRIMER VIAJE AL SUR, SI ME PASABA ALGO NO LLEGABA A LIMA JAJA

                                        • FLORENTINO II.-

                                          Tal cual lo narraste es lo que siempre sucede en este tipo de viajes con excepción del pata hedionda. El personaje principal siempre para mi fue femenino. Un hombre actúa diferente. No utiliza el recurso de mirar de reojo... no mira directamente. El reclamar por el asiento es su privilegio.
                                          El que le pongan una pata hedionda en el porta brazos no lo permitirá nunca,,, simplemente busca con qué empujarla hacia el suelo y que rebote en lo posible..


                                          Entretenida la historia. En una ocasión tuve casi una similar experiencia por fortuna era un viaje corto de solo hora y media. a dos asientos de distancia había un hombre que al mover sus pies desprendia ese aroma que narraste. Nunca había sentido nauseas en ujn viaje ese día la sufrí y me dasba pena pensar en las damas que iban mas cerca de aquel que gozaba moviendo sus pies.-

                                          Vas bien querida amiga, para la próxima cuéntate uno de Milico en campaña después de caminar kilómetros que al sacarse los bototos y calcetines, los calcetines quedan parados.... esos si, que son olores insoportables !!


                                          besos.

                                          • Alma al aire

                                            Jajajaj,gracias Floren!! ^^
                                            Tomaré todos los consejos y recomendaciones..además de seguir aprendiendo sobre esas increíbles criaturas..ustedes, los hombres,jajaja ^^
                                            Besotes!!

                                            • FLORENTINO II.-

                                              Pero no todos tenemos las patas hediendas !! jajajajaja

                                              al menos yo, las mías despiden olor a lavanda.... a la Banda de milicos jajajajajaja

                                            • Hay 1 comentario más

                                            • huertero

                                              que buen relato....



                                            Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.