La playa y sus arenas me saludan, El sol se disipa brevemente,
sus olas retroceden
como si quisieran protegerse.
El sol apenas y me cubre,
el ocaso lo embelesa
en su negrura.
Las aves se alimentan de los fines.
Lo vasto del océano me atemoriza.
Se siente la apatía
de mareas
y de orillas:
se oyen golpes musicales
y una pelea definitiva.
El mar duerme como un niño,
el cielo se enternece
porque ve plácido a su hermano.
El infinito aparece en un caballo.
La luna llega con su trono,
con sus teas
con su rostro plomo
y con poetas.
Lo oscuro se desprende de las luces
y nos pinta, con
sus sombras gigantescas.
otras luces, inventadas, aparecen;
sólo la playa conserva la esencia de ese acto
de aquel hermoso adiós,
que sol y luna, nos ofrecen.
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Autor:
Alfredo Murillo (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de septiembre de 2009 a las 01:23
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 1595
Offline)
Comentarios4
bello dios te bendiga
La luna llega con su trono,
con sus teas
con su rostro plomo
y con poetas.
Lo oscuro se desprende de las luces
y nos pinta, con
sus sombras gigantescas.
hermoso escrito amigo... la luna llega con su trono y sus bellos poetas..que linda expresión
Mi querido Alfredo, muy hermoso tu poema.
Felicitaciones.
Un beso.
Precioso
Felicitaciones
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