Que la noche se acostumbre a tu belleza,
a la breve sonrisa que cubre tus mejillas,
al sonido inmenso de tu voz pequeña,
y al café dorado de tus ojos míos.
Reina inocencia la vida tuya,
vestida de leche y espuma plateada.
terciopelo heredado en tus manos blancas
sencilla hermosura de porcelana fina.
Peiname la risa con tus caricias,
arranca mi tristeza con tu bullicio,
cúbreme los ojos con tu silencio,
como ola tatuada en un rostro de arena.
Como espina cargada de mi desdicha,
clava tu vida en mis manos muertas
y que el brillo de tus ojos disemine,
lo que mi boca no ha dicho de tu belleza.
Bugues.
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Autor:
Bugues (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 8 de noviembre de 2011 a las 12:14
- Categoría: Amor
- Lecturas: 87
Offline)
Comentarios3
Este poema lo escribí para mi hija cuando tenía ella dos años, actualmente tiene 11 años y hace un año que no he podido verla. La poesía es el archivo de lo que uno siente y escrito está.
Saludos a todos amigos.
Ese poema es una bendición,que sale del alma,estoy seguro que volara por la distancia y su hija lo escuchara. Le deseo una excelente semana. Muchas bendiciones.
Buen comienzo del amor...
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