I
Los oídos del barrio saben de balística,
distinguen pistola de revólver.
Miran los huecos en techos y paredes de las casas.
II
malandro, corre, apodo
chamo, chamo, chamo
rancho, tiro, descuido
rápido, corre, suelo
está vivo, dale, corre
sangre, moto, hospital
culebra, callejón, esquina.
III
Bandada de balas, parvada de balas.
Manada de balas, banco de balas.
Recua de balas, rebaño de balas.
IV
No es la primera vez que lo veo morir.
Yo vi al vivo y al muerto.
Al que quedó y al que corrió.
Se dijo: "¿No eres malandro, ah?"
Se metió a malandro para ser visible.
A quemarropa, automática.
V
Su novia está buena, no lloró.
A ella le gustan solo los malandros.
Su mirada vacía bajo las marcas que luce.
Está buena y está vacía.
VI
Los oídos del barrio saben de balística.
Diferencian confusión de ajuste de cuentas,
y saben del silencio después de la ráfaga.
Saben mucho, saben todo y no hablan.
El por qué, el cuándo, el quién y el cómo.
En el periódico nunca sale lo que es.
Según el artículo todo de la ley del siencio.
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Autor:
SelenioE (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 30 de octubre de 2011 a las 12:17
- Comentario del autor sobre el poema: Hubiese querido regresar con algo mas agradable, pero los asesinatos no son agradables.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 154
- Usuarios favoritos de este poema: Marellia, nellycastell, zarita, la negra rodriguez, Aktinos (Paola C).
Offline)
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