En cuanto despierto
Siempre me enajeno,
Viendo la autocracia
Que tiene mi cuerpo.
Un combinar carnes
El montón de huesos,
De músculo y sangre
Órganos y extremos.
Respirando el viento
Que encarna la savia,
Colmando al cerebro
Con grafía extendida.
Ordenando el cuerpo
Adquiriendo normas,
De mueca y maneras
Estando en las cosas.
Rutinario el hombre
Que ciego encamina,
Sin luz ni mordiente
De alumbres de vida.
Agua carne y huesos
Juntos tienen fuerza,
Cuanto los sentidos
Al moverse piensan.
Un motor de carne
De nervios y venas,
Latiendo en la savia
Del fango de arena.
Jehová, el artesano,
Hizo esa entelequia,
Flagelo de humanos
Hechos en la tierra.
Cuerpo de misterio
Colmado de venas,
Que captan la savia
De algo que piensa.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
22 de abril del 2011
-
Autor:
El Hombre de la Rosa (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 22 de abril de 2011 a las 03:36
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 95
- Usuario favorito de este poema: maria clementina.
Offline)
Comentarios4
Tu forma de escribir no es muy común creo
es muy sabio y certero
saludos desde México
Habita usted en mi querida tierra mejicana mi "señora" CRISSSA.
Gracias por leer este humilde poema de un anciano poeta español.
El Hombre de la Rosa
Críspulo Cortés Cortés
Mi gran amigo Crìspulo muy bello tu poema y esa imagen tan tierna...abrazos de gitana.
Gracias mi bella Gitana, siempre tan dispuesta, recuerdos a toda tu gente.
Gracias a ti mi gran amigo.
Abrazos de Gitana.
hermosa descripcion de lo que es el ser humano
y la imagen tan tierna me hace pensar que
sigo respirando y
sigo pensando
gracias por compartirlo
Gracias Sayuri, tienes el primoroso aspecto de una diosa morena y bella.
Por esa razón y por tus bellas palabras que ayudan a los poetas viejos a saborear la miel de la vida, le deseo a usted y a toda su familia la prosperidad y el bienestar eterno.
Gracias señora.
El Hombre de la Rosa
Críspulo Cortés Cortés
ME HA ENCANTADO TU BELLO POEMA UN PLACER LEERLO,TE FELICITO POR TUS LINDAS LETRAS,ABRAZOS ,MARIA CLEMENTINA
Gracias María Clementina, saludos a toda tu gente de mi parte.
El Hombre de la Rosa
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