Resumen de Jettatore

Cuando al político y dramaturgo argentino Gregorio de Laferrere se le ocurrió crear una obra de teatro dividida en tres actos y leerla, a modo de broma, ante uno de sus amigos, el autor no se imaginaba que, gracias a ese trabajo que optó por bautizar «¡Jettatore!», su figura se mantendría presente hasta después del año 2000.

Tras ser rechazada en un primer momento, esta comedia fue representada por la compañía de Jerónimo Podestá el 30 de mayo de 1904 y, a partir de entonces, su fama fue en aumento. Desde su estreno, esta propuesta que incluía en su argumento una crítica algo burlesca hacia la superstición social que le atribuía a ciertas personas una fatídica influencia magnética, fue recreada en numerosas ocasiones por diversas agrupaciones artísticas. Incluso, en agosto de 1938 se dio a conocer la adaptación cinematográfica de «¡Jettatore!».

Este clásico de la dramaturgia argentina entretiene al espectador/lector (según sea el medio elegido para conocer el argumento de la obra) con una historia centrada en las vivencias de Don Lucas Rodríguez, un hombre ingenuo que jamás imaginó que, al tomar la decisión de cambiar de estado civil por el amor que sentía por Lucía, su existencia terminaría enfrentada a una situación límite imposible de olvidar que, pese a su perfil burlesco, le resultaría difícil de resolver.

De acuerdo a la información proporcionada por ElLitoral.com, a la hora de seleccionar un título para dar a conocer esta comedia, Laferrere quiso resumir, en un solo término, la idea de la mala suerte. Por ello, recurrió al aféresis de «jettatura», un término de origen italiano utilizado para hacer referencia a una influencia maléfica o a un mal de ojos. Así surgió «jettatore», un vocablo creado para definir a un ser con ondas negativas que sólo con su presencia genera daños o situaciones indeseables.



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