Con el avance de la tecnología y el uso masivo de Internet se han abierto las puertas a nuevos delitos propios de la era moderna. Ahora, el mundo se ve amenazado por hackers, por criminales que utilizan un ordenador para conocer usuarios y elegir entre ellos a su próxima víctima y por seres siniestros que aprovechan la inocencia de los niños para engañarlos y hacer que satisfagan sus deseos más perversos.
Se podría describir mucho más sobre el lado negativo de la Red, pero en esta oportunidad la idea no es reflexionar sobre las ventajas y desventajas de Internet sino adelantarles la temática de un libro de Jeffery Deaver que podría llegar a cautivarlos si estos temas les resultan de interés.
La obra en cuestión ha sido titulada en español como «La estancia azul». En ella, el también creador de relatos como «El coleccionista de huesos», «El bailarín de la muerte» y «Las lágrimas del diablo» describe el accionar de John Patrick Holloway, quien suele esconder su verdadera identidad tras el seudónimo de Phate.
A simple vista, no es más que un inofensivo pirata informático. Se necesita estudiar su perfil un poco más de cerca para advertir que este hacker es el creador de Trapdoor, un programa que le permite asaltar los ordenadores de sus potenciales víctimas y apoderarse de todos los archivos que contengan datos de carácter personal. Así inicia un juego macabro que busca eliminar al usuario seleccionado.
La captura de este peligroso personaje no parece sencilla, razón por la cual los investigadores del caso recurren a la ayuda de Wyatt Gillette, un experimentado hacker que se encuentra en prisión por haber sido condenado en el marco de una causa por un delito informático menor.
Suspenso, acción intensa y entretenimiento es lo que ofrece «La estancia azul», una novela que disfrutarán aquellos que admiren a Jeffery Deaver y que sientan interés por esta clase de historias modernas e impactantes.
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