Roberto Arlt y su obra

El 26 de julio último, conmemoramos los 69 años del fallecimiento de Roberto Arlt, uno de los escritores argentinos que más ha dejado a la literatura universal y que es recordado con mucho respeto.
Arlt nació el 2 de abril de 1900 en Buenos aires y cultivó el género de la novela, el cuento y el teatro.

Su primera novela fue «El juguete rabioso«, publicada en 1926, y luego de ella llegaron algunas otras y un gran número de relatos. Además colaboró como periodista en periódicos de renombre de la época.

Renovando la literatura argentina

 

La obra de Arlt se caracteriza por poseer un humor espontáneo y por presentar personajes a merced de sus instintos, en ambientes adversos. Muestra una Argentina donde la discriminación y el rechazo a los inmigrantes y a los pobres es moneda corriente, a través de relatos sumamente frontales de sencilla comprensión, que se alejan de la estética modernista que tenía auge en la época.

En aquel momento se lo tildó de «desprolijo» por mostrar este estilo tan innovador, sin embargo, al día de hoy se lo considera fundamental para cambiar el curso de la literatura argentina del siglo XX. De hecho, suele nombrárselo como el primer autor moderno de este país, a quien autores como Ricardo Piglia, César Aira o Roberto Bolaño siguen los pasos muy de cerca.

Por otro lado, escribió grandes obras de teatro que modificaron este género considerablemente, dando un giro a la temática usualmente abordada y tocando temas abstractos como la alienación, presente en la obra «El fabricante de fantasmas«. Las obras de Arlt se consideran únicas y precursoras del teatro social argentino, origen que permitió la creación de corrientes como el absurdismo y el existencialismo.

Un elemento reincidente en la obra de Arlt es la sociedad burguesa y el hombre como un objeto oprimido por ella, que le quita su individualidad y lo humilla frente al resto de los hombres. Muestra a hombres que, incapaces de levantarse frente a ese modelo de sociedad impuesto, optan por convertirse en asesinos o rufianes con tal de escapar del agobio que sienten.

Arlt escribía con claridad y hablaba del individuo de clase media de Buenos Aires, a quien la miseria, la marginación, las torturas ocasionados por la vida a la que debía resignarse lo vuelven loco y lo convierten en un ser miserable y capaz de cualquier cosa con tal de huir de aquel basural.

Sus pasos en el periodismo

Sus comienzos en el periodismo fueron colaborando con la revista «Don Goyo» donde publicó narraciones breves en primera persona. En ellas ya podía notarse el estilo crítico e irónico del autor, una mirada suspicaz sobre situaciones de la vida cotidiana, contadoas con gracia y cierta acidez.

Una de las principales novedades que poseen estos relatos, es la presencia de personajes imaginarios y de la vida real interactuando entre sí. Estas notas se reunieron posteriormente en «El resorte secreto y otras páginas«. Cabe destacar que en dicha revista también colaboraban Eduardo Mallea, Alfonsina Storni, Juan José de Soiza Reilly y Leopoldo Marechal.

En los artículos periodísticos de Arlt, los temas recurrentes son la situación social y política del país, las condiciones de las calles de la ciudad, las zonas abandonadas por la administración pública y muchos otros temas que afectan a la calidad de vida de los ciudadanos de su ciudad.

De hecho, su auge como periodista comenzó cuando denunció las carencias de los hospitales municipales, exigiendo que se hiciera algo al respecto y poniendo al desnudo la corrupción política, el oportunismo y los viejos vicios de la política «criolla».

Roberto también trabajó como periodista en los diarios «Crítica» y «El Mundo«, aportando con sus columnas tituladas, «Aguafuertes porteñas«, en ellas hablaba de sus amigos falsificadores y rufianes y expresaba con mucho humor las diferentes vicicitudes a las que debían enfrentarse. Dichas columnas se recopilaron en el libro homónimo, y se han convertido en un importante referente de la literatura del Río de La Plata.

Como periodista viajó como corresponsal del Mundo a España y algunos países de África, del primer destino surgieron las «Aguafuertes españolas«, que fueron columnas con el mismo estilo que las porteñas.

Entre Arlt y Güiraldes

Sin lugar a dudas, una de las obras que más se recuerdan del autor es «El Juguete rabioso«, según lo que se cree es la más autobiográfica de todas sus novelas. Se trata de una historia narrada en primera persona y con estilo claro y que dejó en evidencia, pese a ser su primera novela, que Arlt tenía un estilo propio y no se dejaba frenar por las estructuras que embargaban la prosa en aquella época, estaba dispuesto a escribir de la forma en la que él lo entendía, tan diferente, pero tan renovadora para la literatura.

En esta obra el lector puede encontrarse con un aspecto de Buenos Aires que lo dejara asolado, una realidad cruel que se ensaña con los que menos tienen y convierte en un calvario la existencia del protagonista, Silvio Astier.

Cabe destacar, que esta novela se publicó al mismo tiempo que «Don Segundo Sombra» de Ricardo Güiraldes, y que han sido puestas en comparación por ser completamente opuestas. La obra de Arlt habla del mundo urbano, es oscura y no parece mostrar una salida factible para la salvación de los personajes; la de Güiraldes se ambienta en el mundo rural de aquel entonces, las relaciones entre los gauchos y es un poema escrito en prosa. Ricardo se vuelca por un estética que puede considerarse surrealista. Arlt escribe de forma realista y directa, sin rodeos, presentando una sociedad en decadencia pero aportando nuevas herramientas a la literatura universal.

De los dos autores, es Arlt el más recordado y su estilo aún puede encontrarse en autores de esta época.

Comentarios1

  • Carol Love

    Tes,
    cómo estás?

    Arlt nació un 26 de abril de 1900,

    saludos!



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