Segunda parte de un miniciclo sobre Jane Austen. Reflexionamos sobre la construcción tan precisa de sus personajes.

Seguimos celebrando el aniversario de Jane Austen con este miniciclo centrado en su obra. En la primera parte, que puedes leer aquí, hablamos sobre uno de los elementos fundamentales de su estilo, la ironía. En este segundo artículo vamos a profundizar en el análisis de sus personajes. ¿Qué nos dicen? ¿En qué se parecen personajes como Elizabeth Bennet y Emma Woodhouse? ¿Qué dejan al descubierto de la singularidad de la escritura de esta narradora inglesa? Te invitamos a aprovechar este tiempo para repasar o disfrutar por primera vez de su obra extraordinaria.
Conflictos de clase que se traslucen en los personajes de Jane Austen
En el centro de las novelas de Jane Austen aparecen los conflictos de clase. En algunas novelas son explícitos, en otras pasan más desapercibidos, pero siempre podemos hacer esta lectura. A la autora, sin embargo, no le interesa el dramatismo explícito y los grandes acontecimientos históricos, sino que trabaja desde el minimalismo y desde un lenguaje más bien seco con estos asuntos peliagudos. De hecho, sus mejores novelas son aquellas donde el conflicto de clase atraviesa de forma constante su universo narrativo como tensión soterrada, codificada en gestos, silencios, matrimonios estratégicos y juicios morales.
En sus tramas encontramos personajes que anhelan rebelarse y otros que ejercen de sensores, generalmente madres, tías, vecinas, que pretenden sostener el control social sobre la vida de las criaturas liberales. Mrs. Bennet, por ejemplo, es una mujer con una clara ansiedad por ver casadas a sus hijas, y está constantemente buscando la manera de censurarlas y dirigirlas hacia ese fin. Lo que en otra escritora podría haberse traducido en una caricatura de clase, sin embargo, en Austen se asoma desde el puro realismo y termina ofreciendo un contundente diagnóstico de la sociedad de la época.
El hecho de que la autora evite las simplificaciones y consiga personajes que encarnan distintas posiciones dentro de la jerarquía social, ha sido señalado por la crítica como uno de los grandes aciertos de su obra. A la vez que ofrece personajes que se presentan como una crítica a determinadas actitudes, también hay otros que revelan otros rasgos propios de la humanidad, que sirven para conseguir una vida más estable. Los Wickham o los Willoughby, por ejemplo, demuestran que el encanto personal puede funcionar como un capital simbólico cuando el capital económico es insuficiente para acceder a una vida digna.
Aunque Austen no denuncia el sistema de forma totalmente explícita, en todas sus novelas se puede hacer esta lectura; la autora consigue hacer visible a través de la construcción minuciosa de sus personajes aspectos singulares de la sociedad en la que se mueven.

Jane Austen supo plasmar las características de su época en personajes inolvidables
La verdad de cada personaje: deseo y agencia femenina
Uno de los rasgos más destacables de la obra de Jane Austen es el procedimiento de creación de personajes, porque no funcionan como figuras psicológicas aisladas sino como estructuras narrativas. En ellos la autora plasma determinadas tensiones sociales y morales y consigue articular una crítica y una reflexión profunda sobre los vínculos y las manías de su tiempo. En su obra encontramos salones, jardines y espacios públicos donde los personajes se desenvuelven y actúan de una determinada manera: cumpliendo o contradiciendo lo que de ellos se espera. A través de ellos, la autora consigue transmitir los conflictos de clase, de género y de deseos encontrados, que aparecen para crear inestabilidad en un mundo aparentemente ordenado.
Y es que para Jane Austen los personajes son fundamentales, pilares que sostienen sus intenciones en la escritura. Aparecen no como elementos que guían la trama sino como canales de conocimiento. A través de ellos, la autora piensa ese mundo en el que los pone a vivir. El dinero, la herencia, la educación, la reputación y, sobre todo los límites que las características de sus vidas imponen sobre ellos son fronteras que la autora los anima a derrivar. Entre los desafíos que deben enfrentar se destaca la necesidad de agenciarse del cuerpo y el deseo, algo que se plasma principalmente en los personajes femeninos y que permiten analizar en profundidad el peso de vivir en una sociedad donde las reglas y mandatos pesan tanto.
Un análisis de los personajes austenianos nos permite comprender las características de la época, porque a través de ellos la autora diseña coreografías perfectas donde se plasman las tensiones de clase y también se revelan las búsquedas identitarias hacia el deseo y la libertad. Las elecciones íntimas se vuelven políticas y la vida cotidiana es una radiografía de la época. ¡Disfruta de su magistral obra!

Los personajes sostienen la trama de Jane Austen

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