La ironía como seña de estilo en Jane Austen

Primera parte de un miniciclo sobre Jane Austen. Reflexionamos sobre la función de la ironía en su escritura.

Jane Austen

 
En unos días celebraremos el aniversario del nacimiento de Jane Austen, una de las escritoras fundamentales de la literatura anglosajona, quien ha sabido construir una obra que apuesta por la ironía como una forma de lenguaje transformadora. Nos unimos a la fiesta trayéndote dos artículos en espejo que hemos preparado sobre el estilo de la escritora británica y sobre la forma en que sus protagonistas proponen lecturas contundentes sobre la época y permiten atisbar el universo político de la propia autora.
 
 

Una vida para la transformación de tantas

250 años han pasado desde el nacimiento en Steventon, el 14 de diciembre de 1775, de Jane Austen; una escritora que cambiaría el curso de la literatura inglesa y que supondría también un hito en la literatura universal. Eran tiempos de cambio en Inglaterra, un periodo de inquietud entre el período georgiano y el victoriano, a pasos de la revolución industrial y la expansión del Imperio británico. Esta tensión social podemos encontrarla en todas sus novelas, donde la modernidad va abriéndose paso y marca el ritmo.

El mundo se movía a gran velocidad, pero Jane era criada en un pequeño pueblo de Hampshire, en el seno de una familia clerical de clase media, donde se valoraba la quietud y la conversación. Esta ambivalencia en su crecimiento: entre la vertiginosa rueda del mundo en cambio y el seno familiar pacífico le dieron todo lo que necesitaba para convertirse en escritora. Creció rodeada de libros, teatro doméstico, intercambio epistolar y un entorno femenino donde lo cotidiano era observación minuciosa y materia narrativa. Casi ajena al ruido tremendo de aquellos años.

Pero no. Algo se movilizaba en su interior, porque ella también había nacido para cambiar las cosas. Comenzó a escribir sátiras y relatos breves con una fuerte inclinación teatral, donde dejó en evidencia un claro oído a su tiempo y su capacidad para pensar la realidad de una forma nueva, rompiendo con los clichés sentimentales y la obediencia en la que había sido educada. A una edad temprana comenzó a trabajar en tres de sus obras más famosas: Sentido y sensatez, Orgullo y prejuicio y La abadía de Northanger.

Jane Austen reconoce y reconduce la tradición de la novela sentimental y gótica, subvirtiéndola hacia un realismo psicológico y cotidiano de la vida social inglesa, usando el humor como un espacio de reflexión indirecto. En gran parte, su mudanza a Bath fue fundamental para la maduración y conformación precisa de su obra, al entrar en contacto con un espacio donde las tensiones sociales marcarían el ritmo de la vida. Aunque en su estancia en este lugar escribió menos, tuvo lugar la definición total de su proyecto literario.

La vida adulta de Jane Austen se vio dificultada por la enfermedad. Debido a la etapa precoz de la medicina no hay un diagnóstico preciso de la enfermedad que padecía, pero se estima que podría tratarse de insuficiencia suprarreanal, caracterizada por un cansancio extremo y progresivo, problemas digestivos y períodos de extrema debilidad. Falleció en Winchester, el 18 de julio de 1817. Tenía solamente 41 años.

Jane Austen

Austen, una escritora que transformó la literatura inglesa

La maquinaria invisible del estilo Austen

El estilo de Austen marcó un antes y un después en la literatura. Ha sabido combinar con acierto ironía, un dominio preciso de la trama y la creación de personajes ambivalentes. En sus novelas hay una narración clara que nos lleva de principio a fin, pero hay también un interés por no desvelarlo todo: su escritura se apoya más en el acto de sugerir que en lo que propiamente dice el texto. Hay además un juego con el lenguaje que otorga movimiento a sus novelas, y nos produce un verdadero placer en la lectura.

En el manejo de la ética de Jane Austen no hay sólo una manera de organizar el relato para volverlo entretenido; a través de la ironía y el humor, la autora consigue proponer reflexiones o preguntas éticas, mostrando las contradicciones de su tiempo sin caer en la tentación moralizante de la escritura que se enfrenta a lo que no funciona en el mundo. Gracias a su estilo indirecto libre, la autora consigue absorver nuestra atención y llevarnos a hacernos preguntas interesantes sobre nuestro lugar en el mundo. Uno de los recursos que mejor funciona en ese sentido, es la difuminación de la voz del narrador y la de los personajes: generalmente se desarrolla una complicidad lectora gracias a esa distancia que se ejerce desde la voz narrativa.

De la escritura de Austen hay que destacar su empeño por la precisión. Cada frase importa, y nos invita a asomarnos a un universo verdaderamente único, donde no todos se ven a sí mismos con claridad. Los mandatos y las expectativas sociales sirven de eje para controlar un relato donde la autora intenta explorar la conciencia humana, la libertad y los lazos complejos que establecemos con las otras personas. De alguna manera, leerla es interiorizar otra forma de pensar, donde el humor y la sugestión sirven de apuntaladores de las ideas.

En el próximo capítulo de este miniciclo exploraremos la construcción de personajes de Jane Austen, intentando entender por qué sus criaturas son tan sorprendentes e inolvidables. ¡No te lo pierdas!

Colección de Jane Austen

La obra incomparable de Jane Austen



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