De completa actualidad puede decirse que se encuentra la escritora Kathryn Stockett y es que recientemente se ha llevado a la gran pantalla, con enorme éxito, la adaptación de su primera y única novela: Criadas y señoras, o La Ayuda en función de la traducción realizada, que mantiene el mismo título en el cine.
Una película que ha revolucionado la taquilla y que ha encandilado a medio mundo por la dulzura que transmite el guión a pesar de contar una situación muy dramática.
Como decíamos, este primer trabajo ha sido un auténtico boom que ni la propia autora se podía esperar. Una joven nacida y criada en Mississippi, licenciada en Escritura Creativa que durante varios años ha estado trabajando en la publicación de revistas.
Sin embargo, en el año 2009 decide dar el gran salto al mercado literario y se anima a escribir y publicar su primera novela, la que estamos abordando. Un trabajo para el que se inspiró en su propia vida y más concretamente en la de la mujer de color que durante muchos años prestó servicio en la casa de su familia.
Una mujer que le fascinó y de la que aprendió un sinfín de vivencias y de historias con las que comprendió, a pesar de ser una adolescente, que la esclavitud y la diferencia de clases había sido una lacra social que había envuelto al mundo durante siglos.
Así fue como surgió su novela. Una narración que gira entorno a la figura de un grupo de mujeres que viven en el Mississippi de los años 60.
Por un lado, se encuentra Skeeter, una chica blanca de buena familia que, con 22 años, ha terminado sus estudios en la Universidad y que ahora regresa a su casa en Jackson. Ello supone que su madre ponga en marcha todo un plan para encontrarle un buen y rico esposo a su hija que le solucione la vida.
Por otro lado, está Aibileen, una mujer de color que trabaja como criada en la casa de dicha familia y que además es la mejor amiga de Skeeter. Aquella es valiente, ha sufrido mucho en la vida pues ha perdido incluso a un hijo ante la mirada impasible de sus capataces blancos, y siempre se vuelca con los demás.
Y la tercera mujer importante es Minny, la mejor amiga de Aibileen, que se caracteriza por ser una magnífica cocinera y por tener la lengua muy larga, lo que hará que pierda algún que otro trabajo.
¿Qué une a las protagonistas?
Tres vidas diferentes las que plantea la autora con estos personajes, sin embargo, dichas mujeres comenzarán un proyecto en común que las unirá a pesar de la diferencia de clases.
Esa unión llegará de manos de Skeeter que está dispuesta a convertirse en escritora y que para ello decide comenzar un trabajo de campo entrevistando a todas aquellas mujeres de color que durante muchos años han estado al servicio de las familias pudientes sureñas.
De manera clandestina realiza esta labor pues podría ser un auténtico escándalo en la ciudad. Pero en ella le ayudarán las otras dos mujeres, y especialmente Aibileen que abre su corazón y comienza a contar sus vivencias casi como de una catarsis se tratara. Esto no agradará al resto de sus amigas que trabajan también para las familias adineradas del lugar, sin embargo, poco a poco, ellas también empezarán a participar en el proyecto dando información a Skeeter sobre la dura tan vida que han llevado.
De este modo, a raíz del avance del trabajo empiezan a surgir nuevas alianzas, amistades y, sobre todo, el inicio del fin de la esclavitud y la servidumbre arcaica en la ciudad.
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