Ian Fleming y su personaje más insigne: James Bond

Al igual que superhéroes o detectives, en nuestra cultura tenemos un personaje muy afamado que es conocido por todos: James Bond. Este, el agente 007, es un espía o agente secreto del Servicio de Inteligente británico.

Muchos, especialmente los más jóvenes, lo conocen gracias al sinfín de películas que se han realizado sobre él a lo largo de las décadas y que han hecho que esta insigne figura tenga el rostro de actores tan conocidos como Sean Connery, Timothy Dalton, Roger Moore o el actual Daniel Craig.

Sin embargo, dicho agente secreto no es fruto del imaginario cinematográfico sino que es un personaje literario que posteriormente fue llevado a la gran pantalla. El escritor Ian Fleming es el padre de Bond al que creó tomando como base las experiencias que él tuvo durante la Segunda Guerra Mundial en la que trabajó para el servicio secreto inglés.

Así, con todos esos conocimientos, desarrolló un personaje literario que propició la creación de una amplia saga de novelas que cosechó un gran éxito a nivel mundial. Tanto es así que después sería llevada al cine.

El nacimiento de 007

En 1954 fue cuando llegó a los lectores la primera de las aventuras de James Bond gracias al libro Casino Royale. La acción transcurre en tierras francesas y en ellas el protagonista deberá enfrentarse y derrotar en una partida de cartas a un peligroso gánster. Pero no todo quedará ahí pues una bomba, torturas, venganzas, tramas subterráneas y un accidente de tráfico son los ingredientes perfectos para entretener al lector y eso sin olvidar la historia de amor que vivirá el personaje central.

Diamantes para la eternidad se publicó en el año 1956 y en ella Bond se ve envuelto en el tráfico ilegal de piedras preciosas que llegan desde África a Estados Unidos. Una mujer fría y distante, Tiffany Case, es la encargada de llevar a cabo dicha acción ilegal por lo que el agente literario deberá hacer todo lo que esté en su mano para utilizarla y acabar con la operación.

Como decíamos anteriormente, Fleming utilizó su experiencia para desarrollar a este personaje que nos ocupa y al conjunto de aventuras que él vive. Y esto se ve especialmente en la novela Dr. No que llegó al mercado en el año 1958.

En este caso concreto, el escritor aprovechó su visita a una colonia flamenca en una pequeña isla de las Bahamas para escribir este trabajo que gira entorno a la desaparición de un agente y su secretaria. De esclarecer esta se encargará Bond quien descubre a un exiliado de origen chino que tiene la intención de crear una base armamentística y de cometer un atentado de enormes magnitudes.

El Bond más íntimo

Una de las obras en las que se da a conocer en más profundidad el aspecto personal del espía 007 es en Al servicio secreto de su Majestad, que fue publicada en el año 1963. El undécimo libro de la saga fue este en el que el protagonista, dejando de lado su faceta de ligón, incluso llega a casarse. Pero su felicidad dura muy poco pues su mujer es asesinada.

En el libro además surgen otras tramas de aventuras y acción a las que nos tiene acostumbrados: apuestas de juego, líderes de organizaciones criminales desaparecidos, investigaciones científicas secretas…

Octopussy (1966) o El hombre de la pistola de oro (1965) son dos de las últimas novelas que Ian Fleming realizó sobre la figura del hasta ahora agente secreto más admirado, querido y conocido de la cultura universal de los siglos XX y XXI: Bond. James Bond.

Comentarios1

  • efraguza123

    Desde niño he sido gran admirador de este británico, creador del espía más famoso...



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