¿Existe el grado cero de la escritura?

¿Existe el grado cero de la escritura?

Hace unos días hablamos de Roland Barthes y sus innovaciones en la comprensión de la semiología. Hoy, continuando con esta línea y deseando, una vez más, no aburrirlos, les traigo una revisión sobre «El grado cero» y ciertos conceptos sumamente interesantes planteados por Barthes.

Este artículo intenta responder, una vez a esa pregunta clásica: ¿Es posible una literatura neutra, limpia e impoluta?

Barthes y la escritura moderna

Sin Barthes la escritura moderna no sería lo que es, donde lengua y estilo ocupan un papel protagónico, sin jerarquías de ningún tipo.

En su análisis semiológico de «El grado cero de la escritura», Barthes planteó la posibilidad de una escritura neutra, donde el escritor estuviera parado en un punto de vista objetivo e intentara encarar la escritura sin prejuicios ni preconcepciones de ningún tipo. Y se preguntaba ¿es esto posible?

A 60 años desde la primera publicación de este libro, sus planteos continúan siendo vigentes y necesarios. Por eso, siempre hay que retomar su lectura. Este libro es de una vigencia significativa sobre todo porque en él Barthes manifiesta de forma clara las consideraciones fundamentales desde la cuales hace falta partir a la hora de escribir. Consideraciones relacionadas con el lugar que ocupa cada elemento necesario para la construcción de un texto. Véase: lengua, escritura, estilo y géneros literarios.

¿Existe el grado cero de la escritura?

¿Qué es el grado cero?

El grado cero existiría si pudiera escribirse de una forma blanca, sin interrupciones y donde el autor pudiera prescindir de sus ideas, estilos y formas para escribir algo absolutamente limpio.

Pero ¿es esto posible? Es un debate que posiblemente nunca terminará de aclararse, aunque casi podríamos afirmar que es imposible porque todos estamos condicionados por diversos aspectos de nuestra vida: ideas, experiencias, emociones.

Incluso aquellos discursos que se pretenden neutros se encuentran enmarcados en una serie de condiciones lingüísticas y comunicacionales.

No existe una verdad atemporal, no solo porque no existe una única forma de interpretar la historia sino porque además el estilo es algo intrínseco en toda obra, incluso en los textos científicos. La objetividad es una meta que se persigue desde hace cientos de años y que, sin embargo, sigue estando tan lejos de alcanzar como al principio.

No es posible ser objetivos porque estamos vivos y la vida es subjetiva.

¿Existe el grado cero de la escritura?

En lo que respecta a los géneros y estilos, también ellos condicionan la literatura. Los límites impuestos por ciertos usos auténticos de ciertos géneros literarios son también condicionantes de la literatura y, por ende, le restan objetividad. El propio Barthes decía que incluso los discursos más “objetivantes” son fruto de una tensión entre “una libertad y un recuerdo”.

Esto explica la importancia de las experiencias individuales del escritor en particular, y las experiencias colectivas, del grupo social del que este autor forme parte, en general.

Continuando con esto decía Roland que el estilo es una necesidad que es motivada por el tipo de humor y las formas que el autor tiene de enfrentarse a las experiencias de su existencia, mientras que la lengua es la que marca los límites de lo posible. Esto quiere decir que ambos, estilo y lengua, se complementan y ninguno de ellos puede vivir sin el otro.

¿Existe el grado cero de la escritura?

Cuando la tradición es indisoluble de la escritura

¿A qué se debe esta limitación? Cuando escribimos siempre perseguimos el sentido de algo específico y detrás de ese objeto mínimo se encuentra el verdadero sentido de nuestra vida y de la vida de nuestra especie y del mundo. La literatura es una de las miles de forma que el ser humano ha creado para perseguir y encontrar ese sentido; y, como todo lo que se manifiesta en busca de algo (por difuso que esto sea) no puede concebirse como algo neutro. Existe un acto de premeditación que se enfoca en un objetivo y eso explica de forma rotunda la imposibilidad de un espacio puro o incluso espontáneo.

Ni siquiera lo que a simple vista puede tomarse como un acto espontáneo y natural de escritura, como lo es el chat, se encuentra libre de estos límites. Al chatear perseguimos un fin, ya sea comunicar o estar en contacto, esto nos remite a lo ya expresado.

Por otro lado, ciertas redes sociales como Twitter que a simple vista parecen auténticas y denotan un lenguaje poco cuidado, se encuentran todavía más limitadas dado que debemos decir algo (objetivo) en una determinada cantidad de caracteres (estilo) a través de las palabras que mejor lo expresen (lengua).

¿Existe el grado cero de la escritura?

Cabe mencionar también que en la escritura el autor se manifiesta en un contexto y época social, lo cual lo convierte en un nexo imprescindible entre historia y lenguaje o entre lo individual y lo social. En la escritura la tradición se presenta como un elemento indivisible de lo humano, una entidad indivisible de la vida y de la lengua.

Por último cabe mencionar que para Barthes toda escritura es reescritura. Esto significa que el fin principal de la escritura es la revisión constante de lo que ya se ha escrito y el repensar los conceptos. Para que esa reescritura tenga lugar no es necesario escribir ya que al leer también estamos reescribiendo y lo hacemos cada vez que meditamos sobre lo escrito. Esto explicaría que es imposible la objetividad absoluta y por tanto tampoco escribir en un punto en el que género y lenguaje no nos condicionen.

¿Existe el grado cero de la escritura?

Comentarios4

  • esthelarez

    muy de acuerdo:
    " todos estamos condicionados por diversos aspectos de nuestra vida: ideas, experiencias, emociones."
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    por racional que alguien pueda creerse, evitar plasmar algo relacionado con el propio pensamiento... influenciado por las propias vivencias... parece imposible hasta para el más más racional ser...
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    me encanta ese picante personal de cada ser humano, donde prima su individualidad.
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    me ha gustado mucho el artículo.

  • Rapsodico

    "No es posible ser objetivos porque estamos vivos y la vida es subjetiva". Creo que esta frase recoge una realidad meridiana. Caballero Bonald en uno de sus poemas que no recuerdo ahora mismo, nos dejaba la idea de que escribir supone fracasar. Para él, el paso del tiempo modificaría el prisma con el que se escribió en su momento. Más o menos como cuando Barthes dice que toda escritura es reescritura.

  • Edna Diaz

    Muy interesante el punto de vista del autor Barthes y coincide con su punto de vista:Nadie es objetivo porque la vida es subjetiva. Me pasa cuando escribo sobre algún escritor o cuento una experiencia vivida en forma de cuento, lo que si podemos es contar las cosas de un punto de vista para no herir las suspectibidables del lector o querramos provocar su reacción , he ahí el poder narrador.

  • Edna Diaz

    Muy buen artículo y altamente inspirador.



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