Curiosidades sobre Miguel Delibes

Si realizamos un repaso por la literatura española del siglo XX tenemos que hacer una parada obligatoria en la figura del escritor vallisoletano Miguel Delibes (1920 – 2010). Y es que él es una de las más ilustres plumas de ese tiempo gracias a obras tales como La sombra del ciprés es alargada (1947), Las ratas (1962), Cinco horas con Mario (1966) o Los santos inocentes (1981).

Precisamente por lo que ha significado y significa en el ámbito de las letras, vamos a ahondar más en su vida y en su bibliografía a través de curiosidades tales como las siguientes:

  • Nació en una casa de la calle Recoletos de Valladolid en la que hoy se mantiene una placa con una frase de él que dice así: “Soy como un árbol que crece donde lo plantan”.

  • Fue el tercero de una familia de ocho hermanos.

  • Cuando estalló la Guerra Civil se alistó como voluntario en la Marina del Ejército Sublevado.

  • Empezó su carrera en el ámbito artístico realizando caricaturas para el periódico “El Norte de Castilla”. Y todo gracias a que, además de obtener la carrera de Derecho, desarrolló sus capacidades artísticas al estudiar en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal.

  • Su carrera literaria comenzó a partir de 1946, después de haberse casado con Ángeles de Castro, que se convirtió para él en una verdadera musa.

  • En los primeros compases de su trayectoria se dio la circunstancia de que en cada año escribía un nuevo libro y tenía un hijo.

  • Era un apasionado de la caza, de lo que quedó constancia a través de varios de sus libros donde plasmó sus conocimientos en esa materia, y de la pesca.

  • A lo largo de su vida sufrió la censura franquista que atacó directamente a su obra Aún es de día (1949). Pero también la padeció ejerciendo como profesor de Historia en la Escuela de Comercio por su manera de tratar la victoria del bando nacional en la mencionada Guerra Civil. Es más, sus continuas desavenencias con Manuel Fraga, que ejercía en aquel momento como ministro de Información y Turismo, le llevaron a dimitir de su cargo de director en el citado “El Norte de Castilla”.

  • Una de las anécdotas más divertidas que han contado sus hijos es que, una vez, se le acercaron un grupo de jóvenes preguntándole si era Miguel Boyer. ¿Qué hizo él? No solo les dijo que sí sino que les firmó autógrafos con el nombre de aquel político.

  • En los últimos años de su vida, Miguel Delibes tenía previsto darle forma a otra novela que iba a llevar por título Diario de un artrítico reumatoide. No obstante, el estado de salud en el que se encontraba y su apatía le hicieron desistir de la misma, a pesar de que ya la había empezado a escribir.

  • Entre las frases más célebres que nos ha legado se encuentran algunas como estas: “Un pueblo sin literatura es un pueblo mudo” o “Cuando a la gente le faltan músculos en los brazos, le sobran en la lengua”.



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