Crear un marco narrativo de forma eficiente. Introducción (I)

Aunque escribir surja del alma y lo hagamos con impulsividad, para hacerlo de una forma certera es importante que decidamos de ante mano una serie de aspectos que tienen que ver con la estructura de la narración y que nos permiten elaborar un texto bien acabado. Entre esas cuestiones, las fundamentales son las vinculadas a la composición del marco narrativo. A mitad de camino en un texto que no avanzaba y al que no conseguía darle forma me he puesto a pensar intensamente en este tema y ¡eureka! allí, en esas simples decisiones, estaban todas las respuestas a mi maquinaria. A continuación expondré algunas de las conclusiones a las que fui arribando en estos pocos-muchos años de escritura compulsiva.

Lo que el marco narrativo es

El concepto de marco narrativo en literatura hace alusión al entorno en el que se desarrollan los hechos de una historia; donde los personajes interactúan, deciden y sienten.
El marco puede ser real o ficticio pero en cualquier caso debe estar definido de antemano y contar con una serie de características físicas o abstractas que influyan en el comportamiento de los personajes. No necesariamente a lo largo de la historia estos aspectos se desarrollan en la escritura, pero sí deben estar determinados de fondo para evitar cometer errores de continuidad o restarle veracidad a los acontecimientos.

El ambiente físico (medio real o ficticio en el que viven e interactúan los personajes; dicho ambiente se compone no sólo del escenario físico sino también de la época, las horas, momentos del día, estaciones del año, etc), el ambiente sociológico (el entorno social de los personajes; dependiendo del nivel económico y de los rasgos socioculturales del lugar en el que viven, los personajes actuarán de una forma u otra) y el ambiente psicológico (si bien aparece como el entorno más abstracto de la narración, ocupa un lugar primordial al definir el clima emocional de los personajes, las relaciones que se establecen entre ellos y que definirán el carácter de la narración: romántica, suspenso, aventura, terror…), son las tres partes vitales de las que se haya compuesto el marco narrativo. Es muy importante que antes de comenzar a escribir nuestra historia tengamos estos aspectos bien definidos, sea que vayamos a hablar de ellos específicamente como si no.

No en todas las obras el entorno real posee un verdadero protagonismo. No obstante, valerse de este elemento para definir nuestra trama puede ser sumamente interesante. Por ejemplo, si contamos con un personaje que tiene unas determinadas características y vive en un determinado lugar y de pronto lo mudamos o generamos un cambio rotundo en su entorno, estos cambios tienen que verse reflejados en su comportamiento. Valernos de este tipo de situaciones puede servirnos para darle movimiento a nuestra narración y, a la vez, para trabajar sobre la madurez de nuestros personajes en relación con su entorno.

Elementos que ayudan a definir la trama

El ambiente puede afectar considerablemente el comportamiento de nuestros protagonistas y nos brinda una oportunidad preciosa para trabajar sobre su sensibilidad. A través de la forma en la que nuestros personajes interactúan con el medio se pondrá en evidencia su estado de ánimo; a su vez, el entorno podrá influir de tal o cual forma para el desarrollo de sus pensamientos, emociones y acciones. Desde este punto de vista, el marco narrativo puede ser primordial para definir el carácter de un texto.

No obstante, no todo lo que brilla es oro, y el trabajo minucioso que hagamos de nuestro marco narrativo debe respetar una cierta línea. Debemos tener en cuenta que generalmente los aspectos relacionados a nuestro ambiente físico tienen que ser razonables y coherentes tanto con el marco psicológico como social. No podemos idear una historia que transcurre hace un siglo y que los personajes hablen se relacionen como lo hacemos nosotros. En este punto es donde se cometen más errores en las novelas históricas que intentan ofrecer una lectura fluida pero no respetan las diferencias de lenguaje entre las diversas épocas históricas.

De todas formas, si bien a simple vista puede resultar un arduo trabajo, a la larga definir un marco narrativo con antelación nos ayudará muchísimo a desarrollar una trama consistente y creíble y todo nuestro trabajo se verá recompensado. Cabe mencionar que el entorno puede sernos de gran ayuda para enlazar los diferentes hitos en una trama; de este modo puede servir como un gran tablero sobre el que se plasman los sucesos y se van acomodando. El ambiente, en este caso, tiene la finalidad de amalgamar y otorgar homogeneidad en la narración. A su vez, puede servir de puntapié para que ocurran determinadas cosas, generar situaciones-emociones, que modifiquen el desarrollo de los hechos. Es decir, puede ser uno de los pilares fundamentales del éxito de nuestra aventura como escritores.

Sin lugar a dudas, dominar estos aspectos puede ser vital para conseguir un texto interesante y atractivo; por esta razón he desarrollado tres textos más con consejos para idear un marco narrativo sólido (los iré publicando a lo largo del mes). Y ¡a no agobiarse! que, si bien este parece un trabajo de nunca acabar (el aprendizaje no se termine nunca), en la escritura el intentar constante y repetitivo puede dar buenos frutos, así que no dejemos de escribir que algún día aprenderemos.