Consejos para encarar una lectura

Pocas cosas provocan tanto placer en los que amamos las letras como el poder disfrutar de una buena lectura. Al leer somos capaces de cambiar de realidades, tantas como deseamos al mismo tiempo y sentirnos libres. Además, la lectura es una actividad profundamente beneficiosa para nuestro cerebro y puede aportarnos muchísimas ventajas.

La pasión por la lectura suele estar presente de forma ineludible con la escritura. Los que encontramos en las palabras un espacio en el que nos sentimos a gusto para expresar quiénes somos y cómo vemos el mundo buscamos la lectura con afán para trasladarnos a otras vidas y disfrutar de las experiencias que la literatura nos ofrece.

Existen muchas formas de acercarnos a la lectura. Podemos leer con el mero objetivo de entretenernos y pasar un buen rato, con el deseo de aprender algo en particular que nos interesa o para disfrutar mientras aprendemos. Esta última manera de leer es mi favorita y pienso que sirve tanto para encarar libros de ficción como ensayos o incluso poesía. Al igual que ocurre en la escritura, en la lectura la mejor forma de ganar experiencia es leyendo, y buscando la forma en la que podemos conectarnos con la literatura.

Hace unos días caí de casualidad en un texto que reunía una serie de consejos para encarar la lectura de forma eficiente.  La verdad es que no estuve muy de acuerdo con los puntos que allí se especificaban así que me puse a pensar qué creía yo que era importante tener en cuenta a la hora de leer. Y en seguida surgieron cuatro cosas que me parecen imprescindibles. Espero que estos consejos te sirvan para aprender a disfrutar al cien por ciento de tus lecturas. El mundo de los libros es una ventana a través de la cual mirar y mirarnos y descubrir millones de posibilidades para crecer.

Nuestro amigo el diccionario

Si bien cuando leemos no es recomendable estar buscando cada palabra que no entendemos a veces tener un diccionario puede ser muy útil. No es bueno buscar todas las palabras desconocidas porque, dependiendo de cómo seamos, puede llegar un punto en que desconectemos de la lectura y terminemos aburriéndonos.

Sin embargo, tener un diccionario acorde al texto que estemos leyendo puede ayudarnos a comprender mejor la lectura. Si se trata de un ensayo sobre botánica, por ejemplo, es recomendable que nos hagamos con un diccionario de términos de la materia que nos permita llegar a comprender los conceptos a fondo. Si leemos una novela de caballería escrita en lenguaje del siglo XV no nos vendría nada mal contar con un diccionario de castellano medieval para comprender el sentido que las palabras tenían en esa época.

Así que amigarnos con el diccionario es un buen punto de partida para acercarnos a la lectura.

Nuestra trama oculta

Hace unos días hablábamos a raíz de la última obra de José María Merino de la forma en la que un libro nos cambia , de cómo lo que leemos produce una consecuencia en nosotros y se van hilvanando una serie de ideas y discordias en nuestra mente. Cuando nos enfrentamos a la lectura debemos tener presente que, nos guste o no, ese libro nos va a cambiar y que no podemos saber de antemano en cómo va a hacerlo, por eso debemos estar abiertos y prestar atención a lo que esa obra viene a regalarlos para poder apropiarnos de ese aprendizaje.

Y parte de ese aprendizaje, de esa trama oculta es saber guardarnos lo importante. Hay lectores que subrayan los libros hasta deshacerlos; otros, preferimos tomar notas y armar fichas de cada lectura. En estos dos grandes grupos se dividen la mayor parte de los lectores aficionados. Este recurso es muy útil, sea cual sea el que escojas no lo olvides. Cuando cierres una obra, aquellos renglones subrayados o aquéllas frases inmortalizadas en tus fichas harán su trabajo y te serán de mucha ayuda cuando quieras revisar tu lectura.

Análisis posterior de una obra

Hacer un detallado análisis de la obra puede ayudarte muchísimo a comprenderla a fondo. Este no es un requisito pero sin duda puede ser de mucha utilidad. Al concluir nuestra lectura (sobre todo si estamos pensando en hacer una reseña o nota sobre la misma) es interesante poner en palabras qué hemos leído. Podemos prestar atención a los puntos que más nos interesen de una obra: identificar la estructura del texto, los temas y subtemas, las personalidades de los personajes, los lugares donde tiene lugar, etc. Además, es importante conocer qué opinión tenemos de lo que hemos leído, que nos ha producido. No debemos olvidar jamás que la literatura es un arte y, como tal, tiene el objetivo de acercarse a nuestras emociones y transformarlas.

Por último debes recordar que una buena parte de la creación literaria se encuentra sumergida en lo que no se dice: en el estilo del texto, el lenguaje utilizado, la estructura del texto… es muy importante que no dejemos de darle importancia a estos aspectos para poder apreciar a fondo lo que este libro viene a ofrecernos. Así que, además de hacer una lectura sobre lo que sucede y lo que se dice es importante analizar lo que no ocurre y lo que se silencia.

Leer es disfrutar. Esta debe ser siempre la primera de las reglas; la que no tenemos que olvidar jamás. Por tanto, siempre que una lectura nos resulte desagradable y no nos permita disfrutar de ella, deberíamos dejarla. Pienso que esa es la forma más eficiente y noble de acercarse a la lectura. No creo que sirva de mucho imponer lecturas obligatorias en la educación sistemática porque los libros deberían llegar a nosotros a través de la libertad y la posibilidad de decir ‘No quiero’. Así que, intentemos leer sólo aquello que realmente puede resultarnos útil y de lo cual podemos gozar.