Igual que hay autores que toman la decisión de que sus obras tengan en común un personaje, también los hay que prefieren que el nexo de unión entre la mayoría de ellas sea el escenario donde transcurren sus historias. Y esto último es precisamente lo que decidió el escritor inglés Christopher Isherwood (1904 – 1986).
En concreto, optó por hacer de Berlín parte de sus tramas, un enclave donde los protagonistas viven sus andanzas y aventuras e incluso un leit-motiv esencial para darle forma a relatos con gran atractivo.
Esa decisión del citado autor puede apreciarse, en concreto, en obras tales como estas:
Adiós a Berlín
En el año 1939 fue cuando vio la luz esta novela de tipo coral que nos presenta a la capital alemana durante la década de los años 30. Nos muestra a una ciudad llena de desesperación, de tensión, de sufrimiento, de corrupción y de falta de alimento. De ahí que la mayoría de sus habitantes estén dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de llevarse aunque sea un poco de pan a la boca.
No obstante, la gente de la alta sociedad sigue disfrutando de las bondades de la buena vida y todo mientras el narrador intenta hacer caer ante sus encantos a Sally, una aspirante a cantante en un club nocturno que es caprichosa, que es capaz de todo con tal de alcanzar sus metas y que se deja arrastrar tanto por el sexo como por el alcohol.
Además, también tendrá cierto protagonismo en la novela un joven comunista llamado Rudi, que cuenta con unos ideales muy férreos que le llevarán a tener un destino tan inesperado como trágico.
El señor Norris cambia de tren
En esta lista de obras de Christopher Isherwood que nos ocupan no podíamos pasar por alto esta otra, que se publicó en 1935.
La historia arranca en el año 1931 y toma como escenario inicial un tren con destino a Berlín. Allí se conocerán William Bradshaw y Arthur Norris, un británico un tanto enigmático y singular, e iniciarán una amistad.
Eso sí, nada es lo que parece. Y es que detrás de la serena imagen de Norris se encuentra un empresario que tiene un turbio negocio de exportación en la ciudad alemana citada, que está sometido a los deseos de una prostituta que es su amante y que está siempre atemorizado por lo que puedan hacerle sus múltiples acreedores. Pero, además, hay que tener en cuenta que él se define como comunista y que reconoce ser espía e incluso agente doble. ¿Realidad o simple imaginación?
Otros de los libros del mencionado autor que también toman a Berlín como escenario y que merece la pena disfrutar son Desde lo más profundo o Historias de Berlín. ¿Te animarás a leerlas también para descubrir la esencia de esa ciudad en los años en los que se sitúan sus tramas?
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