Aunque a lo largo de su trayectoria, el reconocido escritor Gabriel García Márquez brilló como autor de novelas como «Cien años de soledad», «El coronel no tiene quién le escriba», «Crónica de una muerte anunciada» y «El amor en los tiempos del cólera», entre otras, es imposible no rescatar de su prolífica obra varios cuentos que no tienen desperdicio para los amantes de la buena literatura.
En relación a este último género, uno de los libros que deja en evidencia el talento literario de este colombiano que fue reconocido en 1982 con el prestigioso Premio Nobel de Literatura es, como ya hemos mencionado en alguna oportunidad, «Doce cuentos peregrinos». En esa publicación, el autor incluyó doce relatos separados por títulos como «Buen viaje, señor presidente», «La santa», «El avión de la bella durmiente», «Me alquilo para soñar», «Sólo vine para llamar por teléfono», «Espantos de agosto», «María dos Prazeres», «Diecisiete ingleses envenenados», «Tramontana», «El verano feliz de la señora Forbes», «La luz es como el agua» y «El rastro de tu sangre en la nieve».
Por supuesto, ésa no fue la única vez que García Márquez incursionó en el género del cuento. El libro publicado en 1972 que se dio a conocer como «La increíble y triste historia de Eréndira y de su abuela la desalmada», «Algo muy grave va a suceder en este pueblo», «El drama del desencantado», «La muerte en Samarra», «Un día de estos» y «Ladrón de sábado» son otros ejemplos a través de los cuales puede apreciarse al escritor colombiano en su faceta de cuentista.
Como resulta evidente, Gabriel García Márquez nos demuestra a través de su obra que, al igual que sucedió con el poeta Mario Benedetti, no importa en qué ámbito de la literatura se desenvuelva: tanto él como el uruguayo han conseguido conquistar a lectores de diversas partes del mundo más allá del género que los llevó a la fama.