Kemal Sadık Gökçeli, tal el verdadero nombre del autor que hizo historia en las letras de su país bajo el seudónimo de Yaşar Kemal, llegó al mundo el 6 de octubre de 1923 en una aldea que, por ese entonces, pertenecía a la provincia turca de Adana.
Haber presenciado el asesinato de su progenitor con apenas cinco años de vida provocó que este hombre que, además de dedicarse a la literatura, sumó experiencia como periodista en el periódico Cumhuriyet, sufriera tartamudez hasta casi entrada su adolescencia.
Por defender a la minoría kurda, tener una ideología comunista y ser muy crítico con los líderes de su tierra fue llevado a prisión y enfrentó complicaciones legales, pero nada ni nadie pudo encarcelar a su mente, a la cual aprovechó durante muchos años para dar cuenta de una imaginación ilimitada y un extraordinario talento para la escritura, dos condiciones que le permitieron sobresalir como uno de los máximos representantes de la literatura turca.
Kemal, que en numerosas ocasiones fue propuesto para el Nobel de Literatura, elaboró varios cuentos y novelas que, gracias a haber sido traducidos a múltiples lenguas, le dieron notoriedad a escala mundial.
En español, es posible apreciar sus habilidades literarias a través de obras como “Calor amarillo”, “El halcón”, “El último combate del Halcón”, “La furia del monte Ararat” y “Si aplastaran la serpiente”.
Además de haber obtenido un puñado de doctorados Honoris Causa, este escritor fue merecedor de respaldos como el Prix du Meilleur Livre Étranger, el Sedat Simavi Literature Prize y el Premi Internacional Catalunya, entre muchos otros.
A comienzos de 2015, como recordarán muchos de ustedes, la figura de Yasar Kemal cobró protagonismo en Poemas del Alma porque sus problemas de salud habían obligado a hospitalizarlo en Estambul, ciudad donde finalmente murió el 28 de febrero de ese mismo año como consecuencia de inconvenientes respiratorios y cardíacos.
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