Gustav Meyrink

Años después de haber hecho foco en Poemas del Alma a “El Golem”, la obra más afamada de Gustav Meyrink, llega el momento de recordar quién fue y qué aportes literarios hizo este austríaco que nació el 19 de enero de 1868 en Viena.

Según se cuenta, este descendiente de Maria Wilhelmina Adelheid Meier y el barón Karl Warnbühler von und zu Hemmingen padeció el desinterés de su familia paterna hasta que la literatura lo sacó del anonimato. Cuando la popularidad literaria llegó, sus parientes lo animaron a firmar los textos con su apellido real, pero él prefirió adoptar uno artístico: Meyrink.

Es interesante señalar que, antes de dar a conocer su talento como narrador y sumar experiencia como traductor, Gustav se había dedicado a las finanzas, ámbito del cual se vio forzado a alejarse a raíz de una acusación de fraude que lo mantuvo un tiempo tras las rejas.

Afectado por una crisis personal muy profunda, el autor estaba decidido a suicidarse en 1892 pero el destino hizo que, a último momento, se arrepintiera. A partir de entonces, centró su atención en las prácticas esotéricas y en los fenómenos ocultos, además de haberse sumado a la fraternidad de ocultismo y magia ceremonial bautizada como Golden Dawn.

Con el tiempo, apostó al amor de la mano de Philomene Bernt (junto a la cual tuvo dos descendientes, Sybille Felizitas y Harro Fortunat, quien se quitó la vida a los 24 años) y desarrolló una interesante producción literaria.

“El rostro verde”, “La noche de Walburga”, “El dominico blanco”, “El ángel de la ventana de Occidente”, “Murciélagos” y “La casa de la última farola” son parte de las obras disponibles en español que permiten apreciar las habilidades artísticas de este cuentista y novelista.

El 4 de diciembre de 1932, Gustav Meyrink encontró la muerte en la ciudad alemana de Starnberg.



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