Chrétien de Troyes

Hay escritores que, aunque pasen los siglos, siguen generando curiosidad e interés en gente de distintas nacionalidades y edades que siente fascinación por el mundo de las letras. Así sucede, por ejemplo, con Chrétien de Troyes, un hombre señalado por varios intelectuales como uno de los pioneros de la novela europea, así como también se lo recuerda por sus aportes poéticos en la corte de Champaña y por impulsar las novelas en suelo francés.

No hay demasiadas precisiones sobre sus vivencias. Su nacimiento, según se cree, tuvo lugar en la ciudad de Troyes durante la primera mitad del siglo XII. Se formó en lenguas clásicas y, más allá de ingresar a una orden monástica, dedicó gran parte de su tiempo a la escritura. Estuvo al servicio de varios mecenas, entre los que se encontraron Felipe de Alsacia y María de Francia.

Las leyendas bretonas y las historias enmarcadas en la tradición celta fueron sus grandes fuentes de inspiración. Su legado, enriquecido por trabajos como “El cuento del Grial” (uno de los libros que el ecuatoriano Ernesto Carrión, en declaraciones realizadas a Poemas del Alma dijo conservar con afecto desde su niñez), “El caballero del león”, “Cligès” y “El caballero de la carreta”, ha llegado hasta la actualidad con versiones en múltiples idiomas. Además de entretener, estos libros han influido en un gran número de intelectuales que, con Chrétien de Troyes como referente, han querido nutrir por cuenta propia a la novela de carácter caballeresco.

La pérdida física de este autor, de acuerdo a algunos estudiosos de su vida y obra, se produjo en la zona de Flandes hacia, aproximadamente, el año 1180. Si bien sería útil hallar documentación para reconstruir con la mayor fidelidad posible las vivencias tanto personales como profesionales de Chrétien de Troyes, quedan sus textos como evidencias de los intereses y las habilidades de este poeta y novelista.



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