Biografía de Robert Ludlum

El escritor Robert Ludlum, quien a lo largo de su vida también fue actor y productor de teatro, nació en Nueva York el 25 de mayo de 1927.

Durante su juventud, este estadounidense que llegó a integrar el Cuerpo de Marines de su país, recibió formación académica en instituciones como la Kent School, la Academia Cheshire y la Universidad Wesleyan de Middletown, donde se licenció.

Su primer libro, «La herencia Scarlatti», apareció en 1971 y, desde entonces, este autor jamás dejaría de escribir. Gracias a esta actividad, Ludlum llegaría a consagrarse a nivel internacional ya que no sólo consiguió batir récords de ventas con todos sus trabajos sino que, además, muchas de sus obras han sido traducidas a más de treinta idiomas. Incluso, varios de sus relatos fueron adaptados, con el tiempo, a la pantalla grande.

La trilogía Bourne (compuesta por «El caso Bourne», «La supremacía Bourne» y «El ultimátum de Bourne»), «El enigma Constantina», «El protocolo Sigma», «El manuscrito de Chancellor», «El mosaico de Parsifal», «El círculo Matarese» y «El caos Omega» son sólo algunas de sus novelas más trascendentes.

El 12 de marzo de 2001, una falla cardíaca le puso fin a la vida de este brillante creador de historias enmarcadas en el género del suspenso que, pese a haber demostrado una envidiable capacidad literaria, una gran dedicación hacia el mundo de las letras y un fuerte respaldo por parte de los lectores, jamás logró que la crítica reconociera su talento. De todas formas, hubo quienes, pese a no compartir el estilo de Ludlum, resultaron cautivados por su trabajo.

Uno de esos casos donde el rechazo se combinó con la atracción es el que protagonizó, tal como cuenta el diario «La Nación», un comentarista de «The Washington Post», quien, pese a calificar de lamentable el argumento de «La memoria en la piel», confesó haberse quedado despierto hasta altas horas de la madrugada sólo por no poder despegar la vista de las páginas de ese libro.

Comentarios1

  • Elsy Alpire Vaca

    Con este artículo me viene a la memoria dos adagios que guardan cierta afinidad con lo que dice la autora del artículo: "Nadie sabe para quién trabaja" y "El que más hace menos merece". Así vemos que el protagonista del artículo de nuestra amiga Verónica, Robert Ludlum no llegó a disfrutar el florecimiento de su obra intelectual ni tampoco conocer la trascendencia de los efectos que causó en su país ni en otros. Yo creo que la autora merece muchos premios por esta información. Gracias querida.



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