Sabeli Ceballos Franco

Poemas de Sabeli Ceballos Franco

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Sabeli Ceballos Franco:

Llorarte es bueno

Ya he llorado

hasta sentirme viva

Me he comido de dolor

hasta los dientes

Llorarte, sí

pero lamiendo el mundo

Amarte, sí

y llorar de amor por eso

Llorar sin religión

sobre una biblia de lágrimas

He pensado demasiado

en lo que te falta

y me sobra

Lloro sin querer,

como si hubiesen motivos

De cabeza,

tengo perlas en la frente

Llorarte entre la gente,

hacerlo a solas

como un cuervo viudo

disecado

Hacer el Kamasutra

de los llantos

sobre una balsa de sollozos

encallados

Llorarte en rebelión,

en sumisión,

en bolas,

como en la maratón

del desamparo

Me río

y llueven recuerdos

de mis ojos

Tú lloras

como un porrito abandonado

Me hace llorar el humo

pero prefiero fumarte

Fumarte

mientras lloro un cigarrillo

Reír es mejor

reír contigo

pero si no hay remedio

lloremos juntos

en relevos

Yo sé que vivir

sé que llorarte es bueno

Y dejar que también

lo hagas conmigo

La vida es buena


la vida es buena
andando descalzos
y en calzones
en nuestra casa
de tres piezas

el sol desafinando
en nuestro patio
tres cuerpos mojados
una manguera vieja
y un patito de hule
en la bañera

la vida es buena
cuando dejamos abiertas
las puertas
para mirarnos
para entonar a coro
country roads
y bailar con las canciones
de branduardi

la vida buena
es como la semilla de henequén
que crece aún entre las piedras
es ensayar el verbo
de la intimidad
inflar globos
de colores en la sala

hoy comeremos pasta
con fondo musical de calamaro
el espíritu de amar
está en la mesa

y eso es todo
lo que al final
necesitamos

es suficiente
para que valga la pena

No me quejo

no me quejo de la minusvalía
con que tasaron a mi género
los vecinos del débil sexo fuerte

ni remedio

tampoco dejaré de ser por eso
pterodáctilo maternal
sobreviviendo los milenios

ciberferomona de pantalla
con regulador de llanto en el cabello

ni lavándome la cara me quitaría
el maquillaje de alma puesto
en la tristeza

porque es lanza dudosa y garra amaestrada
contra la burla del sexo cavernario

no me quejo

sé que mis venas contribuyeron
al calvario


II

me tocó recoger varas para el fuego
dormir rinocerontes sobre el pecho
llorar dentro del útero
fuera del útero y a causa

y grito
¡hijos de puta!
con ansias fugitivas de mi suerte

casi casi me tocaba ser nada

hoyo pequeño en el centro de mi cuerpo
ultrajado muchas veces
por el engaño

a falta de puños elocuentes
me hice con piedras de estoicismo
murallas de rango dinosaurio

convoqué a las hembras malheridas
aún a las caníbales
aún a las vendidas

y todas llegan siempre
a una hora u otra,
cargando los desechos de sus mentes

no me quejo

hemos creado un frente embravecido
azuzado por la infamia que se escribió
en nuestras historias

y ahora podemos dormir en nuestras cuevas
y mansiones
a pierna suelta
de pierna suelta

a amantar a nuestros críos
en la oficina
la alcoba
el taxi

a escoger limpio
entre hombre y macho
para pasar toda la vida
o unas noches

no ha cambiado mucho en la comarca
excepto lo que tenía que ser cambiado
para la supervivencia de la raza

ayarayarai
sigo siendo mujer
la esclava multicolor del mundo

la rajá de lo que queda de sí misma.

Cuando duermes

No me atrevo a mirarte sin motivo.

Y si duermes,
necesito una razón para no verte.

Porque es como si un ángel
dormitara en tus pestañas.
Y es difícil discernir
quién está velando a quién.

Es como si el mar que hay en tu frente
fuera playa
y tu boca una lanchita
atascada entre un coral.

Y tus manos
y tus pies
tuvieran tres años de edad.

Es como si nunca
hubieras ido a un shopping mall.

Eres simple
cuando duermes.

Como si te hubieras desprendido
suavemente
de un suspiro de la luna.

Y tu cuerpo de apóstol vulnerado,
sutilmente inalcanzable,
embelleciera de dolor.

Como si te hubiera herido la mañana,
la metrópoli
y yo.

Eres puro
cuando duermes.
Como un trozo recién hecho de carbón.

Y desvelas a mi alma
a darle el pecho a tu sueño
recién nacido de amor.

No lo sabes.

Que me llora una quietud vasta de estrellas
si te miro sonreír, crucificado,
levemente quejumbroso
entre el espíritu y la piel.

Sé que duermes siempre asido de mi mano.
Falsamente redimido,
pasionario y humillado.

Y siento dolor de parto.

Siento piedad de ambos
por amarnos.

Balada para dos locos

mi corazón
para que en él escarbes
busques tesoros
entierres muertos
no estaba muerta
pero me vi nacer
en la primera cita
con tu cuerpo
tengo muy poco
pero te entrego todo
la margarita anciana
el pavimento
las cuerdas que me rodean
el cuello
no te pedí que aparecieras
mas llegaste
con tu medio melón en la cabeza
a beber de la ubre de mi alma
¡vení! ¡volá!
yo era treinta y dos árboles
subiéndose a los hombres
para atisbarse
mequieres-nomequieres
tú no me quieres, flaco
me lo dijo la flor casi jugando
¿cuándo te marcharás
con mis pedazos?
te calzas mi corazón
te queda grande
somos dos muescas
en el timón de la locura
yo sí que estoy zafada
por quererte
tú sí que estás piantao
por quedarte

Ultimadamente

ultimadamente
me vale madre lo que piensen
los que me leen
y los que se espantan de mirarme
con estos ojos,
sendos ojos de perro atropellado
digo yo
¿qué tienen para mí?
dénmelo ahora
tengo el morral lleno de compasiones
rumores
bla bla bla
dénmelo ahora
ultimadamente
no me interesa si tardan mucho
o diez minutos cuando cogen
si tengo que escucharlos
desde el patio
si les compraron un rolex de aniversario
si no les llevan flores
yo soy esta mujer
aunque parezca una colilla de cigarro
soy esta mujer que no ha sabido
si supo amar
o si la amaron
¿tienen pena para mí?
dénmela
denme también
su empatía simplificada
si es que saben descomplicarse
no lo supe yo
nadie me descifró el código
y yo perdí la clave
no quiero sexo
no quiero ilusiones cabalgantes
falsas vergüenzas
yo quiero amor
yo quiero amor
me quiero ir a otro planeta
y si no lo encuentro nunca
y si no me encuentra nunca
que se haga piedra la esperanza
me gusta el jade
porque
ultimadamente
quiero amor
y eso tan sólo
y todo lo demás
me vale madre