Tus ojos son de donde
la nieve no ha manchado
la luz, y entre las palmas
el aire
invisible es de claro.
Tu deseo es de donde
a los cuerpos se alía
lo animal con la gracia
secreta
de mirada y sonrisa.
Tu existir es de donde
percibe el pensamiento,
por la arena de mares
amigos,
la eternidad en tiempo.
Volver a Luis Cernuda
Que admiracion grande para mujer, algo maravilloso, tan suave y delicado
Cernuda era abiertamente homosexual...
curioso, no?
Bello!
Hermoso poema, uno de mis favoritos, aunque toda la poesía de Cernuda es de admirar.
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