a José Luis Ruiz Abreu.
Queríamos crecer
como la hierba
y estuvimos huyendo muchos años
sin tierra, sin raíces.
Navegamos en islas, inviernos y castillos.
Volamos sobre puentes y molinos de viento.
Recorrimos las hojas de panteones antiguos,
los urinarios públicos y los barrios judíos.
La nieve hizo de nuestras huellas
un camino hacia pueblos bebedores de vino.
Hicimos el amor en catacumbas,
en trenes sin fronteras, monasterios, arroyos.
Cada lugar se volvía un puerto extraño
para zarpar al amanecer.
Ahora que hemos anclado nuestros sueños,
contamos las imágenes pasadas
para sentir otra vez que estamos vivos.
Tuxtla Gutiérrez, 1984.
Volver a Marisa Trejo Sirvent
hola muy lindo el poema realmente muy inspirador
kisiera conocerte
recuerdos y amores satisfechos en el momento.
Bello poema, me encantó leerlo, gracias
Precioso!!!!
muy buen poema, tiene un color muy subjetivo.
excelente!!!!
En hora buena, esos recuerdos te servirán para seguir adelante, quien tiene bonitos recuerdos nunk estará solo.
hermoso, cunado los recuerdos se vuelven sueños, me encanto este poema
gracias
Bello poema, hermosos recuerdos
Bello e inspirador.
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