María Monvel

Poemas de María Monvel

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de María Monvel:

Es que yo era la luna

Es que yo era la luna
y es que tú eras el sol.
Cuando resplandecías
blanca brillaba yo.
Me miraban diciendo:
'¡qué dulce resplandor!'
y bajo mis destellos
de clara respiración
se amaban los amantes
con más ardiente amor.

Es que yo era la luna
y es que tú eras el sol.
Las gentes lo ignoraban
y lo ignoraba yo.
¡Yo creía que mío
era todo el fulgor!
Pero un día en el cielo
el sol apagó Dios.
No brilló más la luna
ni nunca más bañó
rostros de amantes pálidos
con pálido fulgor.
Como apagada escoria
en las nubes quedó
y supo ¡oh desencanto!
que no era un resplandor,
sino un reflejo pálido
que le mandaba el sol.

Tú eras el sol, mi vida,
y la luna era yo.

Dónde se fué mi vida

¿Dónde se fué mi vida?



¿Dónde se fué mi vida
cuando se fué mi estrella?

¿Si huyó de mí, quién sabe,
o es que no puedo verla?

¿Es que me cogió el alma
una brutal ceguera?

¿Se ha anulado mi tacto
que palpa sin que se sienta?

¿Mientras estás conmigo
me destroza tu ausencia?

¿Me llamas y me besas
sin que escuche ni sienta?

¿Me oprimes en tus brazos
mientras te sueño muerta?

¿Tú, huirte? ¿Tú dejarme
en soledad inmensa?

¿O es la locura acaso
quién puebla mi conciencia?

¿Es verdad que te llamo
sin alcanzar respuesta?

¿Pido, inútil, tu amparo
mientras alguien me acecha?

¿Grito y tú no respondes?
¿lloro y tú no me besas?

No, tú me abandonas...
¡Yo me he tornado ciega!

Tú no me abandonaste:
fui yo como antes fuera...

Me llamas y no escucha
mi corazón de piedra.

La luz ya no me sirve
para verte con ella.

Mis manos ya no logran
palpar carne tierna.

Ni mis labios alcanzan
el beso que me entregas.

Perdí yo los sentidos
con que te adoré ciega,

y mi alma mutilada
que al no vivir no vuela,

me ha dejado una vida
que no alcanza a tu estrella ...

¡No penetra tu grito
tras la muralla eterna!

Si lograra tu cielo,
o bien tu noche negra ...

No quiero aire, si no es
ese tu aire de seda.

Quiero cortarte rosas:
las que en tus prados crezcan.

Quiero la noche obscura
en donde tu alma duerma

Quiero tus mares hondos
o bien tu obscura piedra.
Quiero un hueco en la almohada
donde está tu cabeza.

¡Quiero ese cielo azul
donde acaso te encuentras!...

¡Reza dulce rosarios
con tus manos de seda!.

¡Dale a Dios tu sonrisa
para que a ti me vuelva,

y a tu hermana la Virgen,
acércate, hechicera !...

¡Qué me dé lo que tienes,
que me dé lo que tengas:

la vida en donde yazgas,
la muerte, si estás muerta!.

Más bello que el sol del Paraíso

Copa de cristal pulido,
bebo, bebo y no me embriago,
con sabor a corazón
y sabor divino a labios.
Bacante soy de una orgía
deliciosa y no me exalto.
Ruedan abiertas las rosas
sobre mi corpiño intacto,
y yo bebo y bebo más
el licor que sabe a labios.
Maravilloso licor
del que yo he bebido tanto,
sin que se alteren mis venas,
sin que en mi mente haga estragos.
Centellea como dos
ojos negros en mi vaso,
prende infinitas antorchas
en mi corazón helado,
y arrastra mi pensamiento
hacia caminos fantásticos.
Bebo, y no estoy ebria, no;
muerdo el cristal de mi vaso
y hago trizas los espejos
que miran y estoy mirando.
Me sumerjo en mi licor
como en olas de cobalto
y aunque bebo, no me estalla
roto el cerebro en pedazos.
Disuelvo mi pensamiento,
licor con sabor a labios,
y en tus alas de emoción
toda voluntad deshago.
¡Centellear de ojos ardientes,
aunque muero, no me embriago,
y aunque he disuelto mi vida
en la copa de tus labios!

Madrigal de Mujer

La fortuna te dió un escaso privilegio.
Van sus cadenas áureas a tus manos prendidas
tornándote más bello su extraño sortilegio ...
¡Y tu ambición recela que es poco aun, mi vida!.

Los honores doblaron en reverencia grave
su multitud de frentes a tu valer rendidas.
Besó tus pies la gloria con su gran beso suave,
¡y tu ambición recela que es poco aun, mi vida!.

En tus venas elásticas, la sangre azul circula.
Ni una gota bastarda haló en ellas cabida.
Tu escudo en el campo azur el de un infante emula
¡y tu ambición recela que es poco aun , mi vida!.

Alabardas ha puesto a tus cuarenta años
la juventud, para salvaguardar erguida
tu frente, donde no hay surcos de desengaños
¡y tu ambición recela que es poco aun, mi vida!

Se clavó la belleza como un sol en tus ojos.
Dió la luna a tus dientes es luz desvaída
y ha agonizado el día en tus cabellos rojos ...
¡ y tu ambición recela que es poco aun , mi vida!.

Mi corazón estruja tu mano despiadada
y me es dulzura y miel esta mortal herida,
Mujer, como una niña me muero enamorada
y tu ambición recela que es poco aun , mi vida!.

Renovación

Amor único mío,
de mi vida, amor bueno,
que haces de nuevo cándida mi alma,
mi cuerpo virgen y mis labios nuevos.

Maravillosa esponja
de mis dolientes desengaños, fueron,
buen amor, el dulzor de tus palabras,
piadoso amor, la esencia de tus besos.

Milagro de milagros.
que logras el renuevo
en el cristal obscuro de mis ojos
y en los claros cristales de mi pecho.

Fanal que alumbraste
el perdido sendero
cuando más extraviada mi amargura
huía del dolor y hallaba el tedio.

Busqué con afán tanto,
que encontré al fin mi premio,
mi buen amor, que transformaste en soles
las taciturnas sombras de mis duelos ...

De mi vida, amor último
de mi alma, amor primero,
me apego a tu dulzura,
en tus brazos me estrecho,
y así no tengo miedo de la vida,
así no tengo miedo !.

Juega como los pájaros y el viento

Juega como los pájaros y el viento
y yo, como los pájaros y el viento
le traje a mí, cuando me di al amor.
Juega como los pájaros y el viento
porque toda la tierra es su elemento
aunque le cerquen ya muerte y dolor.

!No podrá defenderlo tu ternura!
Es bello el sol, pero la tierra es dura ....
¡Teme al amor! ¡Huye al amor , mujer!
La nube es clara, pero el hombre es fiera,
y ¡ay! es mejor que en tus entrañas muera
que bello es ser, pero es mejor no ser.

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María Monvel Contexto histórico

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