Juan Daniel Perrotta

Poemas de Juan Daniel Perrotta

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Juan Daniel Perrotta:

Erótica y estrategia

Balbuceas algo sobre nuestra amistad
y retrocedes
como delimitando una zona de seguridad
ante la inevitable guerra
Yo pongo mi índice sobre tus labios
después de
claramente
acercarme a tus fronteras
Digo que bien sabes el afecto que te tengo
Artero
debilito tus posiciones artilladas
dejando caer besos explosivos
haciendo que mis labios desciendan
paracaidistas
al sur
al sur
entre la fronda
Y debe ser cierto
que el sur es estratégico
importante
a juzgar por lo encarnizado de la batalla
que ahora allí se libra
mientras contraes
contraes
desesperada
como queriendo expulsar
la avanzada de mi ejército
que golpea
acompasadamente
en tu territorio.

Sobre la costilla de Adán y otras nimiedades

Hay quienes creen que el hombre necesita una mujer
-está la tercera posición
pero no viene al caso-
Algunos votan por 'una santa mujer'
otros opinan que no estaría mal
una fémina que se dedique al arte
de las que te hacen todos los dibujos
Habrá los que se inclinen por una gallina
de amplias alas
que cobije a todos los polluelos
una judía
italiana
mexicana
de manos que mecen la cuna
Yo no sé si un hombre necesita mujer
Si me pongo a pensarla
la imagino a mi lado
-ni encima ni debajo-
sin pendientes de ex esposos
padres
o hermanos
empezando de nuevo
empezando de cero
con las estrictas ligazones del afecto
ligándola a la vida que ha pasado
Detesto las familias italianas de manual
de amplias mesas familiares:
el tío gordo que se come las mejores presas del pollo
el sobrinito que se sube a hacerte popó
cuando lo cargas
los cuñaditos que se rozan
disimuladamente
por debajo
las matronas amplias presidiendo la mesa
junto a un diminuto esposo
calvo y encorvado
babeando con la enjuta criada
que le galopa los sueños
Si el hombre necesita mujer
ha de ser de consistencia gaseosa
sin conexión terrestre
una mujer a la Girondo
Con una mujer así
imagino
que se vive ampliado
con un territorio a la vez
propio y ajeno
No se siente la extrañeza
y uno tiene sexo como quien come
bebe
o se masturba
Pero eso es como un sueño
me parece
casi como volver
a ponerse la costilla.

Haciendo el amor a un ángel


Sé que no eras un ángel
ni una puta
Me cojías como un ángel
hasta hacerme estornudar
por el roce de las plumas
de tus alas y -claro-
caían lágrimas de mis ojos
Llorabas entonces
como una puta
enamorada
de un ocasional cliente
caliente
y nuestros gemidos
no sexuales
se elevaban a los cielos
Allí quedó nuestro amor
colgado
después de alguna noche
de sexo
en la que perdiste las alas
al golpear contra una nube
y caíste hacia algún lugar del planeta
No te volví a ver
pero sigo buscándote
y reavivando tu recuerdo
en iglesias y burdeles

Eli, Eli


Veo tanta miseria
señor
tanto dolor
tanta muerte injusta
adelante
atrás a los costados
tu gente sedienta
hambrienta
dolida
Son tus hijos
dice el libro de los judíos
el de las mil adulteraciones
y estafas
Estoy hecho a tu imagen
y semejanza
eso es evidente
Yo también soy un mal padre.

El juguete

La niña desea un juguete
Lucha para conseguirlo
Usa su mejor cara
el llanto
los caprichos
Lo acuna con palabras dulces
como canto de sirenas
habla para él
sólo para él
al fin y al cabo es su jugete
Cuando se cansa
inventa un nuevo juego
Lo recrimina
lo amenaza como a un hijo
Prueba las armas de mujer
lo manipula
Madre al fin
la memoria genética del parto
se cruza
Introduce el dolor máximo
Toma su juguete
le arranca los ojos
lo desarma
despedaza
Pretende jugar con los pedazos
pero ya no estoy
la dejé jugando sola.

Como una hogaza recién horneada

Ella parece una hogaza recién horneada
de tan sabrosa que se ve
de tanta vida que la inunda
Una mujer que espera un hijo es eso
¿qué si no?
Una hogaza de pan recién horneada
Debería cantar y reír
cerrar sus oídos a las tinieblas
las falsas profecías
y buscar a dios en donde está
en el milagro redondo de su vientre.