Vengo del fondo oscuro de una noche implacable
y contemplo los astros con un gesto de asombro.
Al llegar a tu puerta me confieso culpable
y una paloma blanca se me posa en el hombro.
Mi corazón humilde se detiene en tu puerta
con la mano extendida como un viejo mendigo;
y tu perro me ladra de alegría en la huerta,
porque, a pesar de todo, sigue siendo mi amigo.
Al fin creció el rosal aquel que no crecía
y ahora ofrece sus rosas tras la verja de hierro:
Yo también he cambiado mucho desde aquel día,
pues no tienen estrellas las noches del destierro.
Quizás tu alma está abierta tras la puerta cerrada;
pero al abrir tu puerta, como se abre a un mendigo,
mírame dulcemente, sin preguntarme nada,
y sabrás que no he vuelto... ¡porque estaba contigo!
Volver a José Ángel Buesa
muy lindo poema,,
realmente me llego :)
Wow....José Ángel, tiene el poder de hacer sentir a traves de sus letras...
la verdad esta chido este poema por me relaciono mucho a el
Que hermoso!!, me llega sobre todo la última estrofa:
"Quizás tu alma está abierta tras la puerta cerrada;
pero al abrir tu puerta, como se abre a un mendigo,
mírame dulcemente, sin preguntarme nada,
y sabrás que no he vuelto... ¡porque estaba contigo!"
Tremendo poeta mi amado professor, Don Jose A. Buesa.. El me dió el empuje que necesitaba, cuando desde niño contemplé el talento que surgía desde lo mas profundo de mi ser.. Gracias profe y que siga descansando en paz..
Victor Ma. De San Lorenzo.
Leer, a José Ángel Buesa, siempre sera recibir cátedra.
Gracias Poemas del Alma.
Rafael.
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