Después de la tormenta

Jordi Doce

 Poema siguiente




Cuelgan las nubes sobre el día
como una sucia piel curtida
o la panza de un animal
dispuesto para turbios sacrificios
ante los filos de la luz y el frío.
Aún tiemblan los vidrios
con el impacto del pedrisco
y en la aspereza del asfalto
palpita y se deshace
la mínima blancura de los hielos,
como siembra a destiempo
que ni el cuervo siquiera
codiciará.
Pasajera furia
que sobrecoge, súbita, deslizas
en el oído un fondo percusor
sobre el que vuelve a florecer la vida,
feraz como el vapor de los jardines,
mientras arriba
las inquietas puntadas de la luz
abren en la grisalla
la imagen espectral
de un asombro para dubitativos.

Ver métrica Poema siguiente 

 Volver a Jordi Doce
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos