Jairo Guzmán

Poemas de Jairo Guzmán

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Jairo Guzmán:

La muerte

La muerte es un espectro
que no tiene ojos
ni oídos

Es una cosa sin rostro
experta en relaciones
públicas

No se baña
pero canta en las lagunas
y usa tu nombre

Se sabe de memoria
todos los números
de teléfono
y le ordena a las momias
que nos den un besito

La muerte
antes de existir
no sabía que iría al cine
y a ti se parece
cuando te miras
en un espejo de sangre
cuando te quedas
sin brazos
y se te cae la cara

La muerte
es una autosugestión
crónica
es un problema psicológico

La muerte
es una alucinación colectiva
que se convirtió
en un suceso tan real
como un mordisco

La muerte
debería cambiar de oficio
debería volver
a su burdel de sombras
y que por favor
no me moleste

Este carnaval

Este carnaval
ganó la batalla
esparció espigas
del oro del trigo intangible
que reluce entre lo que no se ve

¿Qué no se ve?
El fotógrafo

Digamos que no se ve
el sonido del verde
excepto si percibes su olor

El óleo verde huele a trementina
y el verde ¿a qué huele?

Si vamos por las rutas del verde
volvemos al carnaval
Eso es posible por la incesante necesidad
que el verde tiene del rojo

En este carnaval
el sacrificio consiste en derramar
la leche del misterio
en los pechos de los niños asesinados

A este carnaval
sólo asisten las huestes
de los Libertinos del Rayo
danzantes al ritmo
de la palabra no dicha
sólo aprehensible
por el eros de los objetos

Y la música todo lo conecta
a partir de abismos de silencio
que todo lo pueblan
para que el ruido dance
y sea la música
de lo que se desvanece por fricción
pero que resucita en roce universal

En este carnaval la música es médula
y el alcohol una doncellita de oro
a quien no la salpica la sangre
de los masacrados
sino el polvo solar del delirio

Para este carnaval
sus nociones son dadas
viviendo en las moradas del relámpago
donde canta la espiga del oro imposible

Serás guerrero cuando veas fluir el oro
de las lágrimas

raPAZ

Paz hecha a semejanza del rayo
En la noche circundada de gritos
Junto al estuario de los niños asesinados

Guerra sin tregua la paz del ahorcado
La paz de los perros sin huesos
La paz a la medida del colapso
La paz en remolinos del río de las decapitaciones

Dame la tormenta dame el vértigo
Dame la guadaña dame el tambor
Dame la danza dame la voz
Dame los nervios dame la lengua del sol

Paz de tendones rotos coronada de luto
El aura de tus ejércitos es una llama negra
Paz rostro de mosquita muerta
En tus lodazales se retuercen los torsos del suplicio
Paz que alguna vez fuiste hermosa como una adolescente
En tu sosiego se atascan cadáveres como moscas en la miel

Tráeme, oh Paz, tu collar de dientes de perra alegre
Tráeme, oh Paz, putita mía, la espada de un arcángel
Tráeme, oh Paz, mamasantona de pueblo, el cáliz de los futuros osarios

Un girasol y una vaca ametrallados

Paz paz paz

Te muerde el cuello una fiera rapaz

En el parque

los músicos del aire son las flores
que flotantes semejan señoritas
vestidas con un manto de pájaros
en el parque donde la gente el domingo
deambula soñando castillos de crispetas
y caminan como si viajaran
en alfombras de mariposas
para que los poetas se inspiren
mientras un caballo
sacude con el rabo
las moscas del aburrimiento

Con muslos de damas toledanas

Con muslos de damas toledanas
están abullonadas mis almohadas

Mi sombrero de oro
lo luce el Arcángel del Dragón

Mientras llueve anís
la música y sus tribus
avanzan a ínsulas de ónice

Parecemos cortejos del Véspero
un robledal que flota
en la exhalación de las
caléndulas

Cielos hacen una espiral
sólo perceptible
desde un útero
parecido al vacío
siempre girando
en el dédalo de su preñez

La difuminación
de las Auroras
es el teatro de las muchachas
saltarinas en las esteras del Relámpago

Todo se verá dorado
cuando la membrana negra ocupe su trono de luz

Llegan las mujeres

Llegan las mujeres
a servir copas de lágrimas

para que mi bestia de luz
libe
para que el humor
haga estallar de risa
el océano negro de sus angustias

Sufren por los hombres
-sus hijos
es decir
sus novios
que rompen cítaras
en su amor-
y flotan con la mujer
que de mi sustraen
buscando la muñeca de su infancia

Carcajean cuando les digo
que no soy una muñeca
sino un burrito en el pesebre
de la niña velazqueña

También les digo que serán mis hijas
cuando masacren una rana y un cuervo
con placer inaudito

Si eso hicieran se convertirían
en niñas azules

Veo el oro fluir de sus lágrimas
Veo un prisma violeta
entre brumas azul de Prusia
Veo un punto blanco
donde el oscuro se diluye
Veo caballos en establos de éter
Son rayos