Haroldo Shetemul

Poemas de Haroldo Shetemul

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Haroldo Shetemul:

Regalame...

Regalame tu vestido
bordado de apocalipsis
para vestirlo en mi entierro
en que iré cargando las prótesis
de mis buenos augurios
a donde morarán nunca
junto a las vírgenes silentes
custodiadas por ángeles andróginos

Embriadas las imágenes
emularán desde la raíz de su tiempo
los pasos del féretro
hacia la feria celestial

Quizá allí envidien tu vestimenta
que me colocaré con jaulas de pirañas
para abalanzarme
entre los mercaderes de caimanes
y tal vez así
reine
de una vez por todas
en la morada
donde el tríptico de la vida
no sea más que un brete sempiterno

Déjenme!...

¡Déjenme!

Déjenme columpiar
el despertar de la razón...


Déjenme
Acariciar levemente
la distancia en el viento
y su destierro...

A veces...

A veces creo
que es bueno
darse una cagadita de zopilote
y es cuando
escurro ideas
por donde el sol
no pega

Construimos...

Construimos los castillos
y la arena se movía
con cada marea
se derrumbaban ambiciosos proyectos
y cada tarde diáfana
las romerías se acercaban
palas y manos
dedos y collares
para construir las murallas
y luego otros castillos
que a la noche
-tocada de espantos-
el mar barría sin ruido alguno
nada más aquel necesario
para acercarse a la muchedumbre
y trastocar los cimientos
de los seres que afanosos
aún creían en su grano de arena

He nacido...

He nacido sobre las astillas
de este tiempo nuestro
recogido en las mamparas
del llano oleaje
y aún me pregunto
¿cuánto hace que he muerto
y que mi hora ha llegado sin sentir
los pasos que se han vuelto sordos?

No conté ni un gusano de descanso
cuando ya estaba
de polizonte en la remota vida
y ahora ya sólo queda la nostalgia pasajera
de no ser nada
y entre esos que así son
haber retornado con los ojos desvelados
a contemplar los picotazos
del cuervo en la pared
ahí donde se recostaron los pies
y marcaron la huella
de los que parten luego de derrumbarse

Estas certidumbres...

Estas certidumbres
vienen a cada momento

Tal pareciera
ser lo único
que puede suceder

Otra vez
saqué el diccionario
busqué la palabra precisa
-rondó una mariposa
rojaoscura en la cama-
apagué la luz
y me puse a dormi