Gloriosos argonautas que en el «9 de Julio»
desplegáis a los vientos un blanco pabellón, 
cuando en el lar nativo pregunten vuestras damas 
cómo son en Quisqueya campos y cielo y sol, 
 
Responded que los campos son montes de esmeralda 
y se oye en cada rama un pájaro cantor; 
que mil variadas flores perfuman el ambiente, 
que es un zafiro el cielo y es un topacio el sol. 
 
Si inquieren por nosotros.-¿Son felices?... Decidles: 
-Los vimos en cadenas vencidos a traición... 
Mustias están sus frentes, sus brazos abatidos, 
y en sus pechos no caben más odio y más dolor. 
 
Aprended en nosotros, ¡oh pueblos de la América! 
los peligros que encumbre la amistad del sajón; 
sus tratados más nobles son pérfida asechanza, 
y hay hambre de rapiña en su entraña feroz. 
 
1920.
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