Mis ojos espantos han visto,
tal ha sido mi triste suerte;
cual la de mi Señor Jesucristo,
mi alma está triste hasta la muerte.
Hombre malvado y hombre listo
en mi enemigo se convierte;
cual la de mi Señor Jesucristo,
mi alma está triste hasta la muerte.
Desde que soy, desde que existo,
mi pobre alma armonías vierte.
Cual la de mi Señor Jesucristo,
mi alma está triste hasta la muerte.
Volver a
Rubén Darío
Comentarios16
Deberias mirar tus modales porque es un idolo para mi.
Porfavor no vuelvas a entrometerte en su carrera profesional.
Tener cuidado es aceptable.
Para que sirvió la cruz?
eveliopereira@gmx.de
Debes estar registrado para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.