Corina Bruni

Corina Bruni nació en El Salvador el 28 de febrero de de 1930 y es una distinguida escritora de estas tierras. Cultiva la prosa y la poesía y se dedica exclusivamente a las letras, colaborando también en las páginas culturales de varios periódicos locales, tales como Latino y el Diario de Hoy.
En cuanto a su obra, no sólo se encuentra en libros individuales, sino que también ha aparecido en revistas culturales y en algunas antologías. Ha escrito libros para niños, novelas para adultos y numerosas poesías. Entre sus obras más importantes se encuentran "Luna de Algodón", "Leyendas y algo más" y "Prisionera en el Planeta". En esta web te acercamos algunas de sus creaciones y te recomendamos especialmente "El calendario", "Nuevo año en el telar del tiempo" y "En el momento exacto".
Corina es una poetisa que ha sabido unirse a la tecnología y divulgar su obra a través de los nuevos medios de comunicación, tal es así que escribe en un blog, donde comparte algunas de sus poesías, como "La escalera engreída", y varios relatos para niños y adultos. Cabe señalar también que en reiteradas ocasiones ha sido invitada para leer en público, sobre todo en los colegios, y su presencia es recibida con una inmensa alegría.

Poemas de Corina Bruni

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Corina Bruni:

Fue

¿Fue verdad o mentira?
¿Fue realidad
o fue tan sólo un sueño?
¿Fue un sentimiento vago…,
indefinible?
¿O fue un amor profundo?
No sabría decirlo…,
pero fue.

Se me escapa

Se me escapa la noche
entre encajes de sombras…
Se me escapan –despacio-
los latidos del pecho.
Se me escapa la dicha;
se me escapa la calma…
Y,
aunque yo me resista
-con profusión de lágrimas-
¡se me escapa hasta el alma!

¿Qué tal, cómo has estado?

“¿Qué tal, cómo has estado?”
El tono de tu voz, un tanto indiferente
heló mi corazón.
Subió mi pensamiento
por la cuesta empinada
del olvido y la ausencia…,
y me costó trabajo echar una mirada
a la curva vereda
que ya, para nosotros, permanece cerrada.
Ya más serena, al fin,
te respondí:
“Muy bien, ¿y tú…, qué tal, cómo has estado?”
Y DESPACIO REGRESO
Se me nublan los ojos
al sentirte lejano…
Se me aturde la mente
al saberte imposible…,
y en las alas del tiempo
me remonto a los días
en que hilvanamos –juntos-
ilusiones sencillas.
Y regreso a las tardes,
iguales y tranquilas…
Y regreso a las horas
que ahora palpo vacías…
Y despacio,
muy despacio regreso
a los minutos todos de nuestras alegrías!

En el momento exacto

Por no decir
en el momento exacto:
“Tú bien sabes que siempre te he querido…”
perdí la perspectiva de la vida,
y la felicidad tan perseguida
se escapó
por las calles del silencio.
Por un orgullo necio…,
¡qué fastidio!
hoy pronuncio
frases huecas y faltas de sentido,
mientras vivo el final de un entreacto.
Y todo,
por no decir, en el momento exacto:
“Tú bien sabes que siempre te he querido!”

Maternidad

Niebla sin luz…,
y luz entre la niebla,
emergiendo en forma subrepticia;
existencia que brota -como gema-
del milagro que engendra una caricia.
El seno fecundado pone a prueba
la caricia,
que en feto se perfila…,
y se transmuta en lámpara votiva
en el instante en que la hora llega!

Tu soledad

El eco de tu voz,
que me persigue en mis horas de insomnio,
es un lamento…
Y pienso:
“Quizá estás triste…,
quizá estás solo bajo el firmamento.”
Tu soledad se funde en mi presente.
Con las manos crispadas,
intento, en vano, atrapar el viento
que se lleva el eco de tu voz…
Y un suspiro me dice:
“No podrás; se disolvió…, lo siento!”