Los monstruos nunca mueren

Carlos Marzal

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A Felipe Benítez Reyes




Los monstruos nunca mueren.

Si crees que retroceden, si parece
que han olvidado el rastro de tus días,
tus lugares sagrados, tus rutinas,
el bosque inabarcable de tus sueños;
si sonríes porque ya no recuerdas
la última noche en que te atormentaron,
ten por seguro que darán contigo.

Y entonces pisarán donde tú ya has pisado,
incendiarán tu bosque, tendrás cita
con ellos en su cama, jugarán con tus cartas,
beberás de su copa
y soñarán por ti castigos impensables.

Los monstruos nunca mueren.
Viajan dentro de ti, regresan siempre.
Son los pasos que escuchas
en el destartalado desván de la conciencia,
el ruido del somier de dos que follan
en el cuarto contiguo en que no hay nadie.

Los monstruos son las sombras chinescas que proyecta
un insomne demonio en la pared,
o el salvaje aleteo de un pájaro invisible
en un cofre cerrado; la llamada
en mitad de la noche, sin respuesta,
y es la respiración del monstruo
la que está al otro lado, jadeando.
Son el centro de un ojo
que no puede dormir,
porque no tiene párpado.

Pasa el tiempo, se pierde,
la memoria se pudre,
desolladero abajo de nosotros.
El amor se consume por obra de su fuego.
Los secretos terminan traicionándose,
cede la fiebre, el sol declina,
se nos muere la dicha del que fuimos,
el que somos se muere sin saberlo.
Pero los monstruos no.
Los monstruos nunca mueren.

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Comentarios7
  •  
    Pedro Aros Castro Genial, nunca dominaremos los monstruos que acechan y duermen en las profundidades del alma.
    saludos
  •  
    alex grimanieli Es unico, no lo habia pensado de esa manera.
  •  
    Elsy Alpire Vaca Hermoso poema porque realmente sus metáforas dejan mucha reflexión. Gracias.
  •  
    salvadorlivas A veces parece tan complicado,percatarse de ellos,siempre presentes.Gracias por este poema para no olvidarlos y mantener la intención de poder manejarlos. Salvador
  •  
    Pruden Es cierto! Nunca mueren. Cuando crees haberte liberado... reaparecen bajo otras formas. Son como la polilla minando tus deseos más íntimos. Desconocen el pudor. Son osados, crueles, poderosos destructores. Para qué seguir! Casi siempre me vencen..., o al menos, se llevan un buen bocado de mis mejores sueños.
  •  
    LAYA MIR MAR Son heridas abiertas en nuestra alma que nunca cierran bien, y que siempre hay algo o alguien que nutre con sal, para que vuelvan a sangrar... son monstruos, angeles negros, son canciones que evocan nuevamente el dolor e incluso el miedo. Has puesto el dedo en la yaga....
  •  
    El príncipe Fito muy bueno...
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