Una Carta Desesperada

E vuelto ante ti mujer 

Con los mismos ojos, los mismos anhelos y mi promesa 

Oculta dentro de mis dudas, 

A veces tu pensarías en dichos momentos donde la luna nunca

Nos ha de acompañar.

Pero no es verdad cariño 

  Porque sabes,

Tú puedes desembocar un rio que vive en alguien y se llama amor,

Tu puedes ocultar la mentira con disimulo frente a un beso

Que te hará callar el silencio                      

Que vive en ti.

Puedes, puedes y puedes

Aunque hay algo que te impregna por completo

Algo que yo he de saber pero no lo sé.

Son mis secretos prófugos que corren en tu alrededor pero

Nunca interfieren contigo.

Pequeños secretos como el dudoso  ser que te contempla

Y piensa si tú eres aquel ocaso,

Donde aventé mi alma para explorar el enfermo y negro

Corazón de la lujuria.

O el ser complicado que te hablo con  plenitud

Pero no con dulzura.

El ser que llora frente a tu hoguera azul, sin promulgar aquel

Sed que arden aquellos labios sin motivo alguno.

Mírame

Tan solo mírame

Y dime por favor si mis ojos susurran con locura,

Un grito al mundo que espera dar a tu lado

Convirtiendo nuestras manos en olas de mar,

Arrasando pasados amargos y viviendo nuestra

Vida como tal la desean tus ojos.

Oh no mujer

Tengo algo en mí

Toca mi espalda

Y observa que tu nombre

Se te marca a través de tus manos,

Siente el palpitar de mi torso correr por tu ruta vital

Que te llega a tu mejilla y se desliza a tus labios

Sin darte cuenta que en verdad,

Mi piel te besa muy suavemente hasta sentir que tú,

Despiertas del sueño relatado,

Y mis versos apagan las llamas que en un principio

Llenaron tu mente, y ahora se escapa

En las brisas del amor que vienen y van,

A las cuales son llamadas “poemas”,

Y caen como miel,

Para sentir muy frágilmente

La esencia de tu piel.