EL AMOR ES LA MUERTE

Jesus_cch

¿Alguna vez has quedado mirando el abismo infinito? ¿Has sentido el impulso de lanzarte en él sólo para complacer a las voces que habitan en tu locura?

No puedo dejar de admirar mi ufana derrota ante mis demonios que me hacen compañía en este baile de ritmo acelerado, donde las musas salen de todos los rincones de esta jaula de huesos y empiezan a mover sus figuras perfectas, sensuales, al son de mi palpitar. Todo se acelera; el baile de las musas de bellos pies me cautiva, y revive en mí esa llama de pasión que tanto tiempo estuvo muerta, olvidada.

Las musas de especiosos cuerpos deleitan a los presentes con agradables gracias que desquebrajan la ridícula mascara de falsedad e hipocresía que oculta a duras penas el deseo sagrado que adorna de placeres la tan vacía existencia de por si ingrata.

¿Qué es lo que pasa?

Más mis ojos quedaron fijos, como encantados por un poderoso hechizo, que me obliga a contemplar aquel rostro hermoso de deidad que supera por mucho a las presentes. Esos bien pulidos diamantes que deslumbran como las estrellas del firmamento donde los inmortales dioses tienen su fantástica morada. Remolinos de oscuridad apabullante que atrapa los colores de mis fantasías y los transforma en bosquejos de colores tristes que conforman mis pesadillas.

¿Cómo has llegado aquí, fantasma de mis alegrías pasadas?

Ser virtuoso. Magnífica deidad de mi templo profanado, bella flor del jardín secreto de mi alma… ¡cruel! Cómo osas interrumpir así tan agradable festejo al cual nunca fuiste invocada. ¿Acaso piensas que el indomable viento del olvido podrá borrar el rencor que he escrito en la dura piedra de mi memoria? ¿Cómo pretendes que cure estas heridas que aún duelen y sangran constantemente?, pues el vigor se me ha escapado… todo lo he perdido… todo gracias a ti.

Déjame mirarte. Aunque la densa lluvia opaque la escasa visibilidad que esta cristalería me ofrece a duras penas, quiero contemplar, aunque sea vagamente aquel cuerpo etéreo que cobra atributos con cada paso que da. ¡Oh, hermosa!, no te acerques más. Pues que más daría por sentir nuevamente tu nívea tez; tersa, joven, impecable como pétalos de rosas bañados en el tierno rocío de primavera.

¡Ahora recuerdo!... recuerdo que así fue como pasó todo…

El contorno de tus senos firmes que me excitan al punto de llegar a la más placentera erección  y me invita a recorrer y sentir su delicada textura con besos y caricias suaves y prolongadas, imaginando con ello su figura en medio de la oscuridad de las sábanas que cubren nuestra inocencia perdida.

Caminas con paso firme sin que pueda hacer nada por escapar. Lo único que me queda es admirar el sutil movimiento de cadera que me estremece hasta el fondo de mi alma. Exquisita mujer, musa de mis pesadillas, hermoso ser que asemeja a las más hermosas deidades, pues reconozco que en tu mirar, encuentro mucho parecido a la Venus, de hermosos pies, que baila sin pena alguna entre el bosque de iluminación escasa que deleita con el constante caer de las hojas que buscan con ansias el grato consuelo de la tierra bañada por el  fresco rocío de  naciente primavera.

Mi hora se acerca, los demonios me mantienen sujeto por cadenas indestructibles de miedo y duda. Las musas murmuran burlonas mientras se transforman en terribles jueces que sentencian crueles castigos a mí, de por sí, lastimada alma.

El momento ha llegado, nuestras miradas por fin se han encontrado. Tus labios se mueven en gestos graciosos, como haciendo muecas de burla ante mi derrota. Tus manos van al encuentro de mis manos, recorriéndolas con suaves movimientos que me hacen sentir miedo de tus malvadas intenciones.

¿Qué será de mí, oh magníficos dioses, acaso mi verdugo será piadosa (y temerosa de ustedes), por lo que terminara con mi sufrimiento de forma rápida, o será cruel conmigo, torturándome con su frío silencio, mientras mirándome con sus grandes ojos fijos me hace recordar todo eso que pudo ser, mas nunca logró ser, y así seguirá hasta que muera de tristeza… sólo… olvidado bajo el cielo infinito?

 

¡¿Qué pasa, qué haces?!

Tu cuerpo se acerca suavemente al mío, y mientras con tus manos recorres mi espalda a modo de tortura, acercas tus labios de cereza rozando con suaves labios mis mejillas empapadas por el llanto. Con voz suave, me dices al oído las terribles palabras: Te amo, eres la persona ideal para mí, te necesito…

Mi condena fue dictada. Ahora y por siempre estoy atrapado en este remolino de insanas pasiones desenfrenadas, pues tus encantos me han cautivado al grado de embelesarme por completo.

Me has seducido. Me has cautivado. ¡Estoy enamorado!…

Por fin tus conjuros hicieron efecto en mi desvalido ser. Ahora puedo decir que todo está perdido… pues el amor… el amor es la muerte.

  • Autor: Jesus_cch (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de febrero de 2011 a las 02:14
  • Comentario del autor sobre el poema: No se que puedo decir, mis palabras ya lo han dicho todo.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 81
  • Usuario favorito de este poema: STELLA_CRISTINA.
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Comentarios1

  • STELLA_CRISTINA

    MUY BIENVENID0 AL PORTAL DEL ALMA .UN PLACER TUS LETRAS .TE REGALO LA PRIMER ESTRELLA PARA QUE ILUMUNE TU PASO POR LAS MISMAS .STELLA.



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