¿Por qué será que no tenemos permiso de admitir que hicimos las cosas bien?
¿Por qué no podemos sentir orgullo de nosotros mismos?...
Pareciera que un dios envidioso e inseguro,
al que no le gusta que se le igualen,
nos estuviera vigilando.
Si tal es el caso,
la verdad señores,
lo único que puedo hacer
es recomendarle a ese tal dios
que también él se dé el permiso
de sentirse grande.
Comentarios1
Falsa humildad
de quienes dan con una mano lo que con otra quitan.
Humildad hipócrita
de los que piden igualdad
y se creen superiores.
Insólito
el reproche del que reclama humildad
mientras se mira al espejo.
Teatro de caretas:
la humildad es hipocresía.
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