Ella y los cinco clamores

daniellito


Ella era la vida misma,

ella misma era todas las cosas

 

 

I

 

Mujer, cuando las plantas florecen…

Cuando el sol se levanta…

Cuando el aire se siente…

Entre las hojas que se mueven,

y  la calma que fluye a lo lejos,

con las trompetas y los clarines de las aves,

la dibujé en  su pradera,

con la luz de los árboles blancos

y la belleza  que  surgía por ella ,

toda ella era la vida misma,

 ojos que pincelaban las cosas,

ella misma era todas las cosas,

los sonidos, lo inevitable, todas las rosas,

y  yo que  cruce el averno por un poco de sol,

las lágrimas secas en el cajón de la noche,

el dolor que se guarda  con cadenas  en el sitio de los secretos,

pero ella  era el sol, su piel de luz…

 

II

 

Y  era de  un cofre dorado como tallado por sus líneas,

sufría atado a los campos de dolencia,

en las espinas que entraban en el pecho al que confundía.

 La miraba con ojos de asesino,

como prometiendo su alma a su destino,

  mis moribundas manos que acariciaban el aire que tocaba su esencia.

Era mía en partículas que respiraba y se consumían en el pecho,

minuto a minuto, la luz de su tez se excedía en los vidrios de lágrimas ...

 

 

III

y  se echaban a perder  las funciones, los mecanismos,  los pensamientos,

había silencio, vacio,  flores sin un cuento,

entonces como  sucumbía, gritaba a los vientos,

no  te alejes,

le gritaba amor vuela  hacia atrás,

no receles el lugar del hasta siempre,

no te alejes, regresa al lugar, a aquel lugar donde perdí la vida,

pero, como  es una paloma de cristal,

cortaba las olas y el tiempo,

llovía bastante con sus aguas azules,

de todos aquellos puntos que la hacen ella,

era triste, no como las cosas oscuras y muertas,

sino como las cosas blancas que lloran y besan…

 

IV

 

…Y  las  voces peregrinas  entraron a ese vacío,

descubrieron  el desierto detrás  de  esas aguas,

y me vi cerca  en la triste escena , claro cerca de la muerte estaba ,

y ella volaba como emigran las aves y se despide la primavera,

y mi corazón como un ave artificial seguía su recuerdo,

visiones en el aire y destellos de luces ámbar,

pero ella está más lejos, cada vez más lejos,

imposible  esta tan lejos incluso para el alma y su canción,

incluso para el desconsuelo del corazón,

sentado debajo del  viejo otoño  abandono todas las cosas,

las terribles cosas entre el amarillento  y los arboles desdibujados,

a pedazos caigo junto con las hojas muertas…

 

V

 

Toda  la imagen era como la  claridad del agua,

el alma  era el solitario otoño, todo  lo era

frio  congelando la esencia, lo humano, lo inerte,

cadáveres amarillentos  cubriendo el dolor,

las formas  bifrontes  en la espesura,

fotografías  de niebla  en el lugar del recuerdo,

naturaleza muerta, pantano en el mar de la luz,

hasta cuando viva  la tristeza y el desdén,

siempre te recuerdo  como se recuerda  la rutina,

no te toco, no te siento, estas como muerta,

en la profunda  laguna  de  entelequia,

como las heridas que sanan solo por fuera,

pero estas lejos, de aquí  y de  aquí, de aquí…

no  te encuentro, volaste como la primavera  y sus flores,

es el final de las horas, es el adiós, soy el silencioso otoño,

ella es el comienzo, pero ella es el final.

 

  • Autor: amnesiacdaniel (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 22 de enero de 2011 a las 15:45
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 65
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Comentarios1

  • Graciela Dantes

    Dany, bienvenido al foro, espero te sientas agusto aqui.
    Tu poema esta lleno de amor pero de desesperanza. Aun así me encanto leerte. Te dejo un saludo cordial

    • daniellito

      gracias por la bienvenida amiga; espero pasarla bien por aqui



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