Recuerdos

Hoy recuerdo las promesas vacías quedaron con el tiempo, tu mirar perdido entre mis ojos reflejando ese anhelo de tenerme, de sentirme, de amar. Hoy recuerdo tu sonreír, dejándome como legado un abismo inmenso que destruye mi alma sin piedad, sin tormento.

Y de qué me sirven tantos recuerdos si ya no estas, de que me sirven tus ojos si al mirarlos ya no encuentro a ese niño travieso que reflejaba un gran amor, amor inmenso, promesas que esperé tanto que se cumplieran y sólo quedé con las manos vacías al decirte adiós, y tu sonrisa perdida con los años porque poco a poco se me olvida.

Mi soledad es un despertar, un anochecer que muere y al pasar cada día se lleva un pedazo de mi, mi soledad no acepta consejos, no escucha opiniones, soy un cuerpo putrefacto que anda errante por la vida sin punto fijo, perdida entre los recuerdos y aprendiendo a sonreír cuando en realidad llora mi alma por dentro, que fácil es ponerle una máscara a mi vida, para intentar en momentos no darle motivos a las almas andantes sentirse felices de mis tristezas.

Sola entre melancolías que vienen y van, tu recuerdo sigue vivo en mí, persiste en no dejarme sola. Recuerdos que matan, recuerdos que hieren, recuerdos que por que por más que intente olvidar siguen ahí iguales que como el primer día en que te empecé a amar, mi soledad viene acompañada de la tristeza que me guía, que persiste a cada instante para que ya no me sienta sola y al dejarme acompañar por ella solo me habla de tus recuerdos.

Para olvidarme de ti me sobran razones, para lograrlo me faltan motivos.