El cielo esta triste, los ángeles callan
Porque observan que Dios derrama lágrimas,
“la tierra de otro color tiño sus banderas”
Gritos de dolor quebrantaron su corazón,
sangre en ves de agua,
armas en ves de banderas blancas.
Dicen temer a Dios y olvidan su condición
son humanos y viven de puro rencor,
¡Dios haz algo por favor!
Se que cada quien
es dueño de sus consecuencias,
mas ayudame a retificar esta tristeza
Tengo sangre en mis venas
soy fuerte y puedo resistir
nuevamente esta experiencia
Solo déjame estampar la necesidad
que grita aquella tierra,
“porque inocentes están pagando esa sentencia”
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Autor:
susane (
Offline) - Publicado: 28 de diciembre de 2010 a las 21:55
- Categoría: Triste
- Lecturas: 45
- Usuario favorito de este poema: nellycastell.
Offline)
Comentarios2
Qué buen poema amiga querida, tan cierto y poderoso es ese decir que hay lágrimas de infantes que parecen que brotan como pozo, son lamentos que no quieren oir, pero tienen poder, son lamentos que siempre debemos de ver. El mundo y sus injustos atropellos. Te felicito amiga querida, es un bello y poderoso llamado al mundo. te abrazo
Creo que uno nunca sabe las cosas que te pueden suceder o del como llegues actuar en tu diario vivir “aunque seamos consientes” pero a veces actuamos sin razón y sin valor y el final de la historia a veces puede ser conmovedor / trágico;
Nelly lo que le voy a comentar, es una noticia que me llevo a conmover;
resulta que un policía de 35 años, casado, con dos niños, presta sus servicios aquí en Santa Cruz - Bolivia y patrullando por la calle, ve una vagoneta rara con vidrios ahumados y él al pedir al conductor que pare, este huye y después de una larga persecución para y bueno entre conversaciones le dice al policía que reciba 500 Bs. y lo deje ir, mas el policía no se dejo sobornar, al contrario llamo refuerzos, al llegar los demás policías al lugar, Se realizó una requisa y se encontró distintos montos de dinero escondidos en varios lugares del interior del motorizado", La plata, consistente en Bs. 36.800 y $us. 51.000, estaba oculta en la visera del lado del conductor, debajo del asiento y junto a la palanca, ahora esta en proceso de investigación;
pero el caso es que este policía “el cabo Hugo Gonzáles” patrullero de la unidad operativa de transito, se crió en un Hogar de las aldeas del Padre Alfredo, dice que al nacer murió su madre y jamás conoció a su padre y por agradecimiento a quienes lo formaron (el hogar) y a la institución que le abrió las puertas (la policía), actuó de esa manera ¡¡¡ CON HONESTIDAD ¡¡¡
Su historia quizás no fue tan trágica, porque al menos tuvo quien estuviera al pendiente de él, pero hay otros casos de inocentes que están llorando por las calles, sin que nadie diera la cara por ellos.
Muy hermoso tu poema, es una rotunda realidad como los seres humanos se han olvidado de DIOS !
desde Santa Cruz - BOLIVIA
muchas gracias IVANVELANDIA3
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