Al anochecer, te asomas tímidamente entre
Las montañas y collares de nubes, así te dejas ver,
Lunita catamarqueña, mi lunita norteña,
Con una aureola de tenue luz blanca, tu hermosura me
Impacta, dejas mi corazón sentido, y a mi amor arrancas.
Casi sin darme cuenta en un instante te veo toda completa
Desnuda, Irradiando toda tu belleza.
Desciendes por la ladera, entre los montes y los arroyos
Te saludan todos los ríos, todas las flores; Y en la quebrada,
Bailan los duendes en las cascadas y con esa magia
Veo en ti reflejada, la imagen tierna de mi dulce madre.
Colores misteriosos les regalas a todos
Con ese inmenso juego de luz y sombras,
Mi voz entona con esperanza, una vidala del sueño niño
Y una zamba que expresa amor y gloria cuando te nombra.
Repartiendo todos tus dones a manos llenas,
Inspiras canciones, te escriben poemas.
Bajo tu resplandor de luna llena, eres muda testigo
De amantes casuales y amores sombríos.
En mi garganta brota la semilla fecunda del canto,
Que habla del llanto y la alegría de recibir en los brazos
El nacimiento del hijo mío…
Raul Enrique Perdiguero Samaja
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Autor:
raen (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de diciembre de 2010 a las 22:40
- Categoría: Amor
- Lecturas: 487

Offline)
Comentarios2
Que grandes letras amigo...
Me ha gustado mucho, primera vez que paso por aquí.
Felicitaciones sigues escribiendo así...
Te dejé un regalo en mi ultima obra... te invito a pasar y descubrir que es.
En mi garganta brota la semilla fecunda del canto,
Que habla del llanto y la alegría de recibir en los brazos
El nacimiento del hijo mío…
maravilloso poema muy bello
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