Bajo el cielo del alba, muertas las estrellas,
me alejo en el desierto sobre leves arenas.
Me duele despedirme. No encuentro ya mis huellas
con los pies en el aire. Borradas las cadenas.
Ya defendí mentiras, ya intenté epopeyas.
Allí quedan los muertos. Y solo puedo apenas
sacudirme las voces de las sombras aquellas.
Ya di toda mi sangre cuando abrieron mis venas.
Nos clavaron las rosas sus espinas vilmente,
pero al cielo y a la tumba se va desnudo y herido,
vestido solo de alas, mirando al sol de frente.
Ya no habrá viento blanco que así nos atormente.
Hoy ya nada nos une, solo queda el olvido.
Y así se irán los sueños, con el ángel ausente...
-
Autor:
mario (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 18 de diciembre de 2010 a las 04:32
- Categoría: Amor
- Lecturas: 793
Offline)
Comentarios1
Buenisimo..se muere cuantas veces se necesite morir. Aunque por cada muerte y por cada desengaño se nos vacie hasta la sangre.
Saludos.
y tambien,aunque los ideales nos separen, los sueños y la angustía nos unen.
Un abrazo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.