MIEDO

Tengo miedo al miedo,

no del que dirán,

sino de lo que viene,

de lo se aproxima sin cuerpo

sin alma, sin palabras.

¿Qué es perdonar y olvidar?

Yo solo guardo recuerdos,

y cuando amanece, allí están otra vez,

pero no tengo que perdonar,

cada quien se perdona a sí mismo.

Tengo miedo al silencio,

cuando se hace sombra en la piel,

cuando no hay voz que responda,

cuando la noche se alarga

y el corazón late sin dueño.

Tengo miedo al recuerdo,

que regresa como río desbordado,

que arrastra nombres y rostros,

que no pide permiso para entrar

y se sienta en la mesa del alma.

Tengo miedo al vacío,

ese hueco que no se llena,

ni con canto ni con trabajo,

ni con rezos ni con fiesta,

solo con la certeza de estar vivo.

Tengo miedo al tiempo,

que se lleva lo amado,

que borra huellas en la arena,

que convierte la risa en eco

y la esperanza en espera.

Tengo miedo a mí mismo,

a lo que callo y escondo,

a lo que no digo por temor,

a lo que me ata en silencio

y me obliga a mirar hacia dentro.